celulosa upmSobre la inversión de UPM: la oposición, el gobierno y la izquierda

La sesión de la Cámara de Senadores del pasado 28 de noviembre, donde se convocó a un llamado en régimen Comisión General a los Ministros Carolina Cosse, Danilo Astori, Eneida de León, Víctor Rossi y Ernesto Murro, mostró un Gobierno Nacional que trabaja denodadamente para lograr inversiones de calidad y dar un salto al desarrollo.

Por: Charles Carrera Leal, Senador
En cambio, mostró a una oposición crítica, en particular Lacalle Pou, ante sus 67 interrogantes, parecía no importarle demasiado las utilidades que esta inversión le traerá al país y en particular a los Departamentos de Tacuarembó y Durazno, zona que tendrá los mayores beneficios económicos y sociales.

En los días posteriores diferentes editorialistas, trataron de resaltar el llamado a Comisión General, así como compararon el modelo de negociación Botnia -UPM 1 de UPM 2, los cuales fueron bien diferentes por diversas circunstancias.

Resulta llamativa la crítica realizada en cuanto al procedimiento de negociación del contrato de UPM. Claramente, este se ha realizado de acuerdo a derecho y con las mayores garantías tanto para inversores como para los intereses nacionales.

Es el Poder Ejecutivo, quien debe entablar este tipo de negociaciones, con la mayor diligencia y responsabilidad. Nuestra Constitución de 1967 le confirió el rol de conducción y orientación política, especialmente en materia económica y financiera.

El conductor de la política económica, es el Poder Ejecutivo, conforme a nuestro Ordenamiento, y si pasamos revista, existen diversas normas que así lo consagran, algunas de ellas: formulación de planes y programas de desarrollo (Artículo 230 inc. 5), iniciativa privativa para la creación de empleos (Artículo 86), determinación de exoneraciones tributarias (Artículo 133), etc.

A su vez, se dio cumplimento a las disposiciones consagradas en la Ley Nº 16.906 y su Decreto Reglamentario Nº 477/2008, que determinan un marco de negociación, como los beneficios fiscales brindados a los proyectos de inversión de gran significación económica.

En definitiva, el Poder Ejecutivo, (dando cumplimiento a las normas constitucionales, legales y reglamentarias), durante todo el procedimiento que derivó en la firma del contrato, actuó conforme a derecho.

Por supuesto que son incomparables los marcos de negociación desarrollados de cara a esta nueva obra de UPM, en comparación con la anterior. No solo la magnitud de la inversión no es la misma ( ) sino que el marco jurídico aplicable tampoco lo es.

Previo a la construcción de la pastera de Fray Bentos, de hecho no había un marco de negociación y la instalación de esa planta se negoció en el marco del tratado de inversiones con Finlandia. De hecho, no hubo ni siquiera contrato de inversión. En el caso de la obra de la nueva planta de UPM, el marco de negociación está regulado por la ley y el Decreto antes mencionados.

En cuanto a los beneficios de la obra, la exposición que desarrollaron los Ministros comparecientes, fue bastante clara al respecto. Esta obra permitirá, entre otros beneficios, un aumento total de 2% en el Producto Bruto Interno, generará 4000 nuevos puestos de trabajo permanentes y otros 4000 más, en la etapa de producción; implicará US$ 200.000.000 en salarios anuales, US$ 120.000.000 de ingresos por concepto de tributos, un incremento en las exportaciones por US$ 1.000.000.000 anuales; un aumento del 10% en la energía renovable; un aumento de entre 10% y 15% del Producto Bruto Interno per cápita en la zona de instalación de la planta.

A su vez, UPM brindará -entre otros beneficios- US$ 1.500.000 anuales durante 23 años a partir del año 2020, destinados a la financiación de un fondo de innovación sectorial, asume el compromiso de contribuir a la mejora del agua del Río Negro; US$ 6.000.000 anuales durante 10 años para la mejora de la infraestructura vial en el litoral del país; US$ 7.500.000 para el financiamiento en el tratamiento de afluentes de Paso de los Toros y Pueblo Centenario (inversión en saneamiento).

Por otro lado, esta inversión implica un fuerte compromiso del Poder Ejecutivo tendiente a modernizar la infraestructura del país, la cual es conteste con la política de desarrollo que se ha implementado durante los gobiernos frenteamplistas.

Crítica inentendible
Con todos estos beneficios, que fueron expuestos y enumerados durante la comparecencia, no puedo entender la actitud asumida por la oposición, en particular la del senador Lacalle Pou.

En definitiva, considero que no tuvieron la grandeza de reconocer los éxitos del gobierno, en la generación de políticas tendientes al desarrollo del país, sumarse al Gobierno Nacional, que tiene el compromiso y la voluntad de dotar al país de más y mejor infraestructura, más aún en una de las zonas de menor dinamismo económico, donde justamente se desarrollará el emprendimiento de UPM 2.

No quiero pensar, que esa retórica negativa, hace parte de un discurso lleno de envidia, ya que cuando fueron gobierno, aplicaron políticas sumamente negativas, con consecuencias nefastas, como ser, la destrucción del aparato productivo-industrial. Es extraño que no puedan entender, cómo un Gobierno de izquierda, puede hacer crecer económicamente el país, distribuir mejor la renta y aplicar una política económica responsable.

Bajo los gobiernos frenteamplistas, recuperamos el Grado Inversor, que habíamos perdido durante la crisis de 2002; bajo los gobiernos frenteamplistas mantuvimos un adecuado clima para el desarrollo de las inversiones productivas; obtuvimos importantes inversiones extranjeras; bajo los gobiernos frenteamplistas, en un contexto internacional complejo y desfavorable, Uruguay se mantuvo en crecimiento!

Para finalizar quiero citar al diario El País de Madrid: “Uruguay, dirigido desde 2005 por la izquierda tranquila del Frente Amplio, está a punto de completar 15 años de crecimiento ininterrumpido, un récord histórico para esta pequeña nación de 3,3 millones de habitantes. El país no tiene petróleo ni cobre, pero ha sabido explotar otros recursos: soja, vacas, turismo y un intangible: una gran estabilidad política sin grandes escándalos de corrupción”.

El Frente Amplio, desde el Gobierno Nacional, actúo con responsabilidad, y ello está dando sus resultados, y debería ser motivo de alegría para todos los partidos, sin importar sus banderas, ¡ya que los logros son de todos y para todos nuestros habitantes!

Diario LA REPUBLICA - Montevideo - URUGUAY - 10 diciembre 2017