EstructurasEstructuras que sostienen el crecimiento nacional

Encofrados Alsina cumplió diez años en el país, y participa en 75 proyectos de infrestructura
Encofrados Alsina es uno de los líderes mundiales dentro del rubro. La empresa española opera en 18 países y cuenta con más de 700 empleados en todo el mundo. La multinacional desembarcó en Uruguay en 2007 de la mano del ingeniero Santiago Rovira, y actualmente participa en más de 75 proyectos de infraestructura en todo el país.

 

En estos diez años, la empresa participó de algunos de las obras más importantes del país, entre las que se incluyen la planta de Montes Del Plata, el Hotel Hyatt, el Gran Parque Central, el Hotel Conrad, el Shopping Center Montevideo, la Escuela de Enfermería Udelar, el Sanatorio del BSE, la de Planta Tratamiento Ciudad de la Costa, la Fábrica De Papel en Punta Pereira y Planta Deshidratadora de leche en Fray Bentos, entre otros. Actualmente, sus sistemas de encofrados están siendo utilizados en el estadio multiusos “Antel Arena”. Más del 60% de su volumen de los negocios en Uruguay corresponde a edificaciones residenciales, y el resto se divide en distintos proyectos de ingeniería civil que incluyen transporte, tratamiento de aguas, industria y marítimas.

Según el Cr. Nicolás Vallverdú, codelegado de la filial de Alsina en Uruguay, la actividad de la empresa consiste en suministrar soluciones integrales en encofrados, proporcionando los moldes dónde luego se monta el hormigón, su diferencial radica en que es la única empresa de Uruguay dedicada exclusivamente a este servicio, con la última tecnología y conocimiento de todas las etapas del proceso. “Si bien somos la única empresa del país especializada exclusivamente en encofrados, nuestra misión excede al producto. Realizamos una fuerte inversión en el área de ingeniería y departamento técnico, con el objetivo de brindar todo el asesoramiento necesario para la ejecución de una obra”, dice Vallverdú.

“Actualmente estamos inmersos en un mundo el cual todo evoluciona rápidamente, donde los productos se convierten rápidamente en commodities, es por ello que no podemos quedarnos con estar a la vanguardia de la tecnología, sino que la clave está en el soporte integral que podamos dar en pos de la satisfacción del cliente”, agregó.

Alsina constituye un caso bastante particular ya que pese a ser una multinacional, sigue conservando las raíces de una empresa familiar, liderada por la tercer generación de Alsina. Según el codelegado, este espíritu es lo que permite a la empresa adaptarse a cualquier emprendimiento, desde mega proyectos hasta pequeños edificios de viviendas. “En algunos proyectos, dedicamos muchas horas al estudio técnico y cálculos de ingeniería, en otros la clave está por la presencia en obra y resolución de problemas in situ. Lo importante es adaptarnos a las necesidades de cada cliente”, aseguró.

Expansión regional
Según Vallverdú, el primer semestre de 2017 presentó una detracción para el sector de la construcción, pero la segunda parte del año está dando señales de recuperación, lo que genera optimismo de cara al 2018. A esto se suma la expectativa por proyectos de obra pública que el gobierno viene anunciando desde hace algunos meses —como una nueva planta de celulosa de UPM o la construcción de estacionamientos subterráneos en la ciudad— que de concretarse representarán importantes oportunidades para la empresa.

Pero el foco de Alsina está en el plano internacional, con la búsqueda de mercados emergentes donde aportar su tecnología. Hace cinco años, a partir de la construcción del WTC en Asunción, se abrió una nueva oficina permanente de Alsina en ese país, siendo este proceso liderado por las oficinas en Uruguay. “El objetivo es estar atentos a distintos proyectos de infraestructura que puedan surgir en todo el continente y representen nuevas oportunidades de negocios, tal como ocurrió en Paraguay.”, concluyó Vallverdú. 

Diario EL PAIS -  Montevideo - URUGUAY - 10 noviembre 2017