Nueva FinlandiaNueva Finlandia

Es momento de que quienes vivimos en el interior del país y disfrutamos de estar en pueblos y ciudades fundadas por inmigrantes hagamos saber al resto de los habitantes del país algo de nuestras impresiones sobre el legado de los padres fundadores. Esto es hoy mucho más importante, pues en estos tiempos de nuevas oleadas de europeos que vienen al campo oriental a invertir el esfuerzo de sus vidas vale la pena recordarlas cosas buenas que han hecho por nosotros.

 

por Gonzalo Gutiérrez
En tiempos en los que se nos viene UPMII, me propongo desde esta columna hacer algunos aportes sobre la forma en que creo que deberíamos capitalizar esa megain-versión, desde mi modesta experiencia coexistiendo con colonos europeos. Nadie puede negar que la forma de trabajo que impuso la industria forestal en Uruguay de la mano de empresas como UPM y Montes del Plata ha dado frutos en toda la cadena forestal. Cuando una empresa de primera línea se instala trae consigo su forma de trabajo y eso termina derramando en toda la sociedad. Y propongo algunos cambios para ir más rápido, porque siento que las cosas no avanzan con suficiente rapidez.

Empiezo por lo elemental. Yaque los finlandeses son los ases de la industria de la celulosa y no les va nada mal con el emprendimiento que tienen en Uruguay, yo les daría como parte del paquete de instalarse el que administren de cabo a rabo la ciudad más cercana a la fábrica que seguramente sentirá una profunda transformación. Ya que les hacemos una zona franca, les construimos la infraestructura y los exoneramos de impuestos sería bueno que como contraprestación nos presten un poco de Finlandia en áreas como la salud y la seguridad. Si no recuerdo mal, la ciudad más cercana es Paso de los Toros, a la que podríamos rebautizar con algún toque más finlandés.

Vale lo mismo para el sistema educativo. Aquí el antecedente es unmxdelonativoconloquese viene. Sabrán ustedes que nuestros hermanos paraguayos nos obsequiaron el poder tener una escuela con pmgrama uruguayo en pleno territorio guaraní en el Solar de Artigas. Por eso propongo hacer lo mismo con el sistema educativo de Paso de los Toros, que usen el programa finlandés para las escuelas y liceos. Así tendremos una buena prueba sobre si lo que fracasa es el sistema o la gente que opera dentro del sistema. Y así lo haría con todo lo demás: si vamos a tener cientos de finlandeses radicados en Uruguay, es momento de que nos devuelvan algo de su rica experiencia y tradiciones a ver si eso enriquece en ideas y modelos a este Uruguay gris y cansino.

Hay otra modificación que haría. En lugar de que nos paguen un canon en efectivo, les pediría que el canon sea pagado en acciones de la compañía. De ese modo me hago socio de los resultados no solo de lo que pasa en Uruguay, sino también que tengo la oportunidad de estar presente en la mesa chica donde se toman las decisiones del mundo de la celulosa. Temo que este Uruguay progresista pronto genere más insti-tucionalidadycree el Inarc (Instituto Nacional Administrador de la Renta Celulósica), que atormentará sin piedad a las empresas del sector y tendrá como presidente a un político fracasado que nada sabe de la celulosa o su circunstancia. Pero, si tomamos acciones como pago del canon, si a la empresa le va bien ¿por qué no hacer socio de ello a toda la sociedad uruguaya? Y no menos importante, el que me dice que va a pasar con el mercado es el grendóte del barrio y como rinde cuentas a sus accionistas no se da el lujo de perder tiempo y dinero. Es un ejemplo que tendríamos que aplicar al resto de nuestras empresas. Noten la diferencia solo en la comunicación: los finlandeses son muy cautos al momento de comunicar cómo van las cosas para no generar expectativas infundadas a sus accionistas y al mercado. Igual que nosotros con nuestro reciente sistema petrolero.

Tenemos una oportunidad única frente a nosotros. Muchas de esas cosas son gratis, no cuestan nada. Recuerden que, por ejemplo, el departamento de Colonia se fundó sobre la base de agricultores europeos que copiaron y pegaron sus sistemas de trabajo en Umguay. Los padres fundadores de la agronomía nacional fueron en su mayoría extranjeros (empezando por Eduardo Acevedo y luego con Alejandro Backhauss). ¿Por qué no aprendemos de ellos? ¿Porqué no tomamos el riesgo de experimentar y romper de raíz con viejos paradigmas que nos tienen inmovilizados hace años y no pasa nada? Propongo entonces refundar Paso de los Toros y hacer que se llame Nueva Finlandia.
(*) El autor es ingeniero agrónomo (Dr.), asesor privado y profesor de Agronegocios en la Universidad ORT

Semanario BUSQUEDA -  Montevideo -  URUGUAY - 09 noviembre 2017