arañaArañas de Uruguay: de temibles a controladores biológicos

En Uruguay hay dos especies de arañas que son capaces de comerse 65 mil bichos torito por hectárea y por mes, son un gran insecticida natural, sobre todo para un país agropecuario.
 Nunca se ven como amigables y son muchas las personas que sufren de aracnofobia. Sin embargo, son muy pocas las especies de arañas capaces de ocasionar problemas de salud a los humanos y sí encontramos muchísimas especies que son grandes controladores biológicos.

 

SobreCiencia conversó con Fernando Pérez Miles, profesor titular del Departamento de Entomología de Facultad de Ciencias, quien contó que muchas veces matamos arañas que nos generan menos problemas de salud que los insectos que este animal es capaz de controlar naturalmente.
“Muchas especies de arañas controlan insectos que son perjudiciales para la salud, o que se comen nuestra ropa, o en el caso de la agricultura, hay insectos que son muy dañinos para la producción. Entonces, a veces se mata un animal que pensamos que nos puede generar problemas y en realidad estamos cometiendo un error”, aclaró Pérez Miles.

El científico trabaja específicamente con dos especies de arañas: Eupalaestrus weijenberghi y Acanthoscurria suina, ambas pertenecientes a la familia Theraphosidae (Tarántulas) a la que pertenecen las arañas más grandes del mundo. Estas dos especies son muy comunes en nuestro país y suelen encontrarse en los meses de febrero, marzo y abril, ya que se reproducen en esa época del año.

“Nosotros hicimos un trabajo con las arañas de la carretera, arañas pollito, que son dos tipos de arañas que seguro la gente conoce porque son muy comunes en el Uruguay y suelen verse en la época reproductora, que es a fines de febrero, marzo y abril. Las hembras viven en cuevas en la pradera, por eso en dicha época, se puede ver a los machos cruzar la carretera, buscándolas, principalmente en los días húmedos. Estas arañas, entre los insectos que controlan, está el llamado ‘bicho torito’ (Diloboderus abderus), ese escarabajo negro muy común que cuando es larva, se alimenta de las raíces de las pasturas. Y eso en un país que es ganadero, produce perjuicios muy importantes. Estas dos especies de arañas son capaces de comerse 65 mil bichos torito por hectárea y por mes, son un gran insecticida natural”, contó Pérez Miles.

El científico agregó que sería muy importante cambiar las prácticas de laboreo, arando más superficialmente o con siembra directa, ya que estas especies viven en cuevas de 30 centímetros de profundidad. El principal grupo de especies de arañas pollito está en el hemisferio sur desde antes que se separara África de América, hace más de 130 millones de años.
“Nosotros tratamos de tener, aparte de publicar trabajos técnicos, otras estrategias de difusión más masiva, pero no tenemos garantía de saber cuánto puede llegar a conocer un productor sobre estos grandes controladores biológicos. Estas dos especies son de la región pampeana: Uruguay, sur de Brasil, Entre Ríos en la Argentina y Buenos Aires. La mitad de las especies está en nuestro continente. Es un grupo muy diverso en América”, agregó.

Pérez Miles contó que en la década del noventa estas especies comenzaron a ser populares principalmente en los países del norte para comercializarse como mascotas, algo que en nuestro país está prohibido. También anunció que se está trabajando actualmente para que sean consideradas como especies prioritarias.
“El uso de las arañas pollito como mascotas comenzó a generar un mercado legal e ilegal, debido a sus características: ocupan poco espacio, pueden vivir en un apartamento, no hay que darles de comer todos los días y viven casi 30 años. En Uruguay esto está prohibido. La única manera de hacerlo legal sería criarlas, pero como tienen un ciclo de vida muy largo, no es negocio criarlas. Lo que hacen generalmente es capturarlas en el campo. Existe una ley que protege la fauna de manera genérica y después hay una nómina de especies que están protegidas por decreto. Hasta el presente, esa nómina solamente incluye vertebrados tetrápodos, o sea que ni siquiera peces están incluidos y mucho menos invertebrados como las arañas. Ahora se está trabajando en un nuevo decreto que va a actualizar esa nómina y ahí estamos incluyendo a estas arañas, sobretodo porque cumple con uno de los criterios para que una especie se considere prioritaria, que es que estén amenazadas por la captura para su comercialización”, detalló.

ALGUNAS ADVERTENCIAS.
Si bien la mordedura de estas especies de arañas puede llegar a doler como si uno se pinchara con un clavo, la sustancia que inoculan no es tóxica para el ser humano. Sin embargo, tienen una especie de ‘pelitos’ que pueden producir irritación, ya que es su defensa natural, por eso, no conviene tocarlas. El experto habló también del caso de los escorpiones, que en nuestro país se pueden encontrar en zonas serranas o en praderas altas, y que también controlan insectos.

“En el caso de los escorpiones, generalmente los negros rojizos no son peligrosos, los peligrosos son los amarillos, los más amarillentos. Los negros son comunes en Rocha, se encuentran muchas veces en los campings”.

Pérez Miles hizo referencia además a la Loxosceles laeta, también conocida como “araña homicida” o “araña marrón”, que suele encontrarse en nuestras casas, detrás de muebles, cuadros u otros objetos. Esta araña es marrón y tiene entre 7 y 15 milímetros de cuerpo. Si bien no es agresiva, puede morder cuando se encuentra dentro de la ropa, mientras dormimos cuando la cama está en contacto con la pared, o al colocar la mano detrás de muebles. El veneno de la Loxosceles laeta, tiene D-esfingomielinasa, que actúa sobre las membranas de los glóbulos rojos y de las células del endotelio vascular. Esto ocasiona grandes problemas de salud al ser humano, e incluso puede ocasionar la muerte.

“En Uruguay tenemos una variedad muy importante de arañas. En un trabajo conjunto que hicimos junto a Miguel Simó, Álvaro Laborda y Laura Montes de Oca, estuvimos actualizando lo que pasó en estos últimos 10 años en cuanto al número de especies en nuestro país y nos encontramos que aumentó aproximadamente en un 50% el número de especies conocidas, cuando estimamos que la mayoría están desconocidas, tanto en el Uruguay como en el Mundo”.
“En el mundo de organismos en general, se conocen unas dos millones de especies, pero se estima que podría ser de 5 a 100 millones de especies lo que existe en realidad. La mayor parte de las especies es desconocida, allí se esconden muchos valores potenciales de uso para el hombre: alimentos, medicamentos, químicos, fibras. Las arañas son buenos modelos biológicos, sirven mucho para aprender biología”, concluyó.

TODO EL CAMPO - Montevideo - URUGUAY - 30 octubre 2017