Las plagas de nuestros días.
En marzo de 2020 cuando Luis Lacalle recibió la banda presidencial de Tabaré Vázquez seguro no se le ocurrió pensar que comenzaría un período lleno de desafíos, varios de ellos de dimensión mundial.Hébert Dell’Onte - Según la Real Academia Española, una de las acepciones del término “plaga” refiere a una “calamidad grande que aflige a un pueblo”.
La idea de “plaga” nos remite a la historia bíblica relatada en el libro Éxodo del Antiguo Testamento que cuenta las diez plagas que debió soporta Egipto como castigo divino a la dureza de corazón del faraón Ramses II que se negaba a liberar a los hebreros, sus esclavos.
Las plagas de Egipto es el primer registro de un proceso de plagas que afectó a la humanidad. Es una historia ampliamente conocida gracias a la difusión que le ha dado el cine con magníficas películas, la primera de ellas de 1956 con las actuaciones magistrales de Charlton Heston y Yul Brynner. A ese film le siguieron otras más modernos -incluso una serie de televisión- que incorporaron nuevas tecnologías de filmación y sonido, pero sin el carisma de aquellos actores que protagonizaron la primera. (Como nota aparte vale agregar para los incrédulos y/o curiosos que quieran investigar el tema, que las plagas que se mencionan en el libro Éxodo han sido explicadas por la ciencia moderna, pero ese ya es otro tema).
Salvando las distancias y todas las circunstancias que son muy diferentes y nada tiene que ver lo ocurrido en el siglo XII AC con el presente, las plagas de Egipto me vinieron a la mente mientras repasaba los desafíos que debió enfrentar el Gobierno de Luis Lacalle que en marzo llegará a su tercer año.
El hecho es que en marzo de 2020 cuando Luis Lacalle recibió la banda presidencial de Tabaré Vázquez seguramente no pensó ni imaginó que comenzaría un período lleno de desafíos, algunos de ellos de una gravedad e intensidad impensada.
Lo primero fue la irrupción de la pandemia, que puso a prueba a todo el mundo, causando estragos en la vida de millones de personas, en los sistemas económicos y financieros de los países, incluso de las potencias más importantes en el concierto internacional.
Cuando el mundo parecía recomponerse y retomar la normalidad, Rusia invadió Ucrania iniciándose una guerra impensada y que algunos decían duraría una semana. Ya llevamos un año de conflicto y puede extenderse muchos meses más, incluso agravarse desde el punto de vista bélico. Ese conflicto golpea un área de gran importancia para el mundo en cuanto productor de granos e insumos agrícolas entre otras materias primas, causando una disparada de precios y aceleración inflacionaria que volvió a tensar la capacidad financiera de los países del todo el mundo.
En lo local estamos ante la peor sequía en varias décadas, lo que genera desembolsos directos o indirectos millonarios del Gobierno, en un esfuerzo por suavizar todo cuanto sea posible la crisis y mantener a los productores en el campo. Mientras tanto la producción cae en todos los rubros, afectando la seguridad alimentaria nacional.
En medio de esa seca brutal se confirmó el primer caso de HLB en Uruguay, la enfermedad más destructiva de los citrus a nivel mundial.
Más recientemente se detectaron las primeras aves infectadas con influenza aviar, y los primeros casos de chikungunya importado en Canelones.
A todo lo anterior se agrega la amenaza de la peste porcina africana, que aún no es una amenaza inmediata, aunque se ha ido extendiendo en el mundo de forma lenta pero continua.
Sin duda no son tiempos fáciles, y las plagas se van sumando. Es importante mantener el rumbo y el timón firme para que las tempestades no nos lleven hacia donde no queremos ir.