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Afe. El conflicto con el gremio se agudiza y deja al tren estatal al borde del colapso

En lucha: ferroviarios en defensa de las empresas públicas”. La frase aparece al primer golpe de vista que se tiene al ingresar al sitio web de la Unión Ferroviaria, el sindicato que aglutina en su inmensa mayoría a los funcionarios de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), que el viernes 28 de setiembre impidió la inauguración con bombos –ante la presencia de la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky–, del nuevo servicio de transporte de pasajeros en tren entre Montevideo y Empalme Olmos, que no se hacía desde 2014. El tren no salió y no hubo platillos, aunque la línea operó con normalidad al día siguiente.

 

El 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, la Unión Ferroviaria decretó y apoyó el paro de mujeres que trabajan para el ente, pero la sorpresa se la llevaron las jerarquías de la empresa cuando a las cuatro de la mañana un comunicado del gremio informó que “un funcionario del ente no iría a trabajar ese día porque se adhería en solidaridad a las mujeres”.

El martes 23 de enero de este año la furia del sindicato de trabajadores ferroviarios se vivió en las calles de Ciudad Vieja y en las redes sociales, y hasta una centena de turistas extranjeros llegados en cruceros al puerto de Montevideo sufrieron las medidas de lucha al quedarse sin un paseo en tren programado con anticipación. El día previo, la dirección de Servicios Logísticos Ferroviarios (SLF) –la operadora privada propiedad de AFE y la Corporación Nacional para el Desarrollo–, comunicó el despido de cuatro de los 10 funcionarios de un taller. En medio de los despidos y el lío con el sindicato, la dirección de SLF presentó denuncia policial contra otros dos funcionarios, uno de los cuales era delegado sindical, por un presunto hurto de herramientas que quedó filmado.

Según pudo saber El Observador, las cámaras de seguridad registraron que trabajadores marcaban su ingreso y luego se iban (se encontraron 635 adulteraciones del reloj en ocho meses) y filmaron actos sospechosos de hurto. Desde el sindicato, se aclaró que la movilización era en respaldo a los cuatro trabajadores despedidos, pero no tenían nada que ver con las denuncias de robos.

A este historial de medidas de protesta, se sumó esta semana el impedimento al menos durante dos días del ingreso al puerto de Montevideo de la carga de 6 mil toneladas de arroz con destino a Irak, que implica la mayor carga transportada en tren en la última década. También en el correr de la semana un paro en la estación de Durazno impidió que un tren cargado con un millón de litros de combustibles pudiera llegar a ese destino.

Los conflictos persistentes, que adquirieron mayor intensidad en la última semana, están acompasados a la muy delicada relación que tiene el sindicato del ferrocarril en Uruguay con el actual presidente de AFE, Wilfredo Rodríguez, así como la que ha tenido con varios de los jerarcas lo precedieron ese sillón.

De hecho, dos convenios se suscribieron entre agosto de 2017 y febrero de 2018 que trazaban una hoja de ruta para fortalecer el modo ferroviario, pero al momento de instrumentar los mismos la oposición del sindicato los dejó prácticamente sin efecto.

Tras la noticia conocida también en los últimos días, de que AFE quedó relegada de la licitación para transportar la celulosa de UPM desde Paso de los Toros a Montevideo en caso de confirmarse una segunda planta de la finlandesa, Rodríguez dijo que hoy SLF cuenta con ocho máquinas que funcionan bien y que implican una capacidad de hacer siete viajes por día, pero en diez días se corrieron dos trenes. “El resto no se pudo por las medidas sindicales. En la planta de cemento Artigas hace un año y medio que no cargamos una tonelada porque el sindicato se niega a que la operadora (SLF) ingrese a la planta. Lo que tiene que hacer AFE es autorizar al tren a ingresar a la planta a través del cambio de vía, pero no se la autoriza. Evidentemente que las medidas gremiales no han ayudado. Hay un tema ideológico manifestado por el sindicato que está por escrito. Ellos no están de acuerdo con el modo ferroviario como está planteado. Particularmente con la operadora SLF. Se pretende que AFE continúe con todo cuando quedó demostrado que se perdía mucha plata, y por eso se diseñó este modo, que fue votado por todos los partidos políticos”, manifestó el jerarca a El Observador.

En declaraciones de días atrás, Rodríguez había afirmado que ni AFE ni SLF eran operadoras “confiables” y que la carga de UPM se va a transportar “con AFE o sin AFE”. Rodríguez había dicho también que los trenes que se tuvieron que cancelar en lo que va del año por motivos de medidas gremiales afectaron el tránsito de 460 mil toneladas, lo que equivale a $ 120 millones (unos US$ 3,6 millones).

En tanto, para el sindicato de trabajadores la consigna es clara: no quieren que el negocio ferroviario en Uruguay esté en manos de privados. En este sentido, el propio gobierno del presidente Tabaré Vázquez dio marcha atrás al proyecto original que implicaba la asociación de AFE con una empresa privada, hasta que el 28 de diciembre de 2011 un decreto del gobierno de José Mujica derogó el del período anterior, para crear SLF, que funciona en el derecho privado pero está integrada por capitales públicos.

El problema UPM
Mientras el gobierno se prepara para comenzar en febrero con la reparación de vías ferroviarias entre Montevideo y Paso de los Toros en razón de los compromisos asumidos con la empresa finlandesa, los 36 meses que demandarían esas obras plantean un nuevo diferendo entre sindicato y empresa.

Entre los trabajadores, se acusa que al tratarse de un ramal central para la operativa de AFE, hay alrededor de 200 funcionarios que aún no se sabe si serán declarados excedentarios, redistribuidos o pasados a retiro incentivado, dado que durante tres años SLF estará impedida de acceder al puerto de Montevideo. Tanto el director representante del Partido Nacional en el ente (Alfonso Lereté) como el sindicato, reclaman por planes de contingencia que ofrezcan opciones logísticas para llegar al puerto.

En un comunicado publicado en la web de la Unión Ferroviaria, se manifestó: “Sabemos que por decir la verdad, nos acusaran de estar en contra de todo, de poner el palo en la rueda, pero tenemos la obligación de denunciar este manejo político del cadáver insepulto de AFE, el ferrocarril público les sirve para tener el máximo de cargos de confianza, pero no para realizar inversiones en material rodante y personal para el servicio de pasajeros...Basta de festejar pintura de máquinas y vender humo, por inversiones serias a favor del pueblo, fuera Wilfredo Rodríguez, el peor presidente de AFE de todos los tiempos”.

En este contexto, el presidente de AFE envió este viernes una carta al presidente del sindicato, Carlos Aramendi, con el fin de retomar las negociaciones el próximo martes 9. Mientras tanto, la reactivación del modo ferroviario bajo la égida del Estado parece ya una utopía cada vez más lejana en el horizonte.

 

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 07 octubre 2018Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 07 octubre 2018