BRASIL
Minas Gerais, Río de Janeiro y San Pablo en alerta por las fuertes lluvias
El temporal de azotó Bahía causando al menos 20 muertos se desplaza a otros estados.En Brasil las inundaciones en Bahía ya causaron al menos 20 muertos y casi 63.000 evacuados, y la estación Metsul pronostica que las fuertes lluvias podrían golpear ahora en Río de Janeiro, San Pablo y Minas Gerais.
“Estamos viviendo el mayor desastre ocurrido en la historia de Bahia”, declaró el gobernador de ese estado, Rui Costa.
Las escenas dramáticas de viviendas bajo el agua y calles convertidas en ríos se repetían en municipios ubicados en el sur del estado de Bahía, golpeados desde el jueves por intensas precipitaciones que provocaron rupturas de presas y desbordes de ríos el fin de semana.
Las últimas cifras de desplazados en el estado casi duplicaron las del domingo: 62.796 personas debieron dejar sus hogares y más de la mitad necesitaron refugio.
Se estima además que un total de 471.009 personas han sido afectadas por el mayor caudal de lluvias producido por el fenómeno climático denominado La Niña, sumado a las últimas precipitaciones excepcionales en un tiempo corto, según especialistas.
Estael Sias, meteoróloga de Metsul, evaluó que “hay una correlación” entre la intensidad de las lluvias en el noreste del país y el fenómeno de La Niña, que provoca precipitaciones por encima de lo normal.
El agravante es que el temporal de los últimos días se juntó con las lluvias que azotaron la región semanas atrás. “Había un escenario favorable al desastre”, estima Sias. “Ya había llovido mucho en noviembre y ahora vuelve a llover en un área que todavía no se recuperó de aquel exceso de precipitaciones”, explicó.
En algunos municipios cayó el volumen de agua equivalente a todo un mes. Por ejemplo, Salvador, capital de Bahia, quintuplicaba hasta el viernes la media histórica de 58 mm para diciembre.
Pero lo peor puede estar por venir. Después de las fuertes lluvias en Bahía, los estados del sureste pueden ser los próximos en sufrir las tormentas, en la víspera de Año Nuevo. Una alerta enviada por Metsul dijo ayer martes que los volúmenes de lluvia deben ser muy altos en muchas áreas del sureste, y el mayor riesgo está en Minas Gerais, pero con previsiones preocupantes también para San Pablo y Río de Janeiro.
Como los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro tienen muchas ciudades en regiones montañosas, Metsul advirtió sobre la posibilidad de deslizamientos de tierra e inundaciones en los próximos 10 a 15 días. Es decir, además del cambio de año, los primeros días de 2022 pueden verse afectados por tormentas.
En una proyección realizada por la empresa, basada en el modelo meteorológico German Icon, se detectó una tendencia de fuertes lluvias en los próximos siete días en Minas Gerais, con una acumulación de 200 a 300 mm de precipitación en algunas ciudades.
En el Sureste brasileño, la capital con mayor riesgo es Belo Horizonte, y el volumen de agua acumulado, uniéndose a su Región Metropolitana, podría superar los 200 mm en la próxima semana.
Las proyecciones de Metsul también se realizaron en otros dos modelos para un período de pronóstico de 15 días, con indicios de volúmenes de precipitación de 300 mm a 500 mm acumulados en localidades del Sureste, también con énfasis en Minas Gerais. Pero áreas de Río y San Pablo también pueden sufrir lluvias excesivas.
Ayer martes, la ciudad de San Pablo registró lluvias en todas sus regiones. La capital entró en “estado de atención” por inundaciones al mediodía.
La meteoróloga de Metsul, Estael Sias, dijo que la región centro-sur de Minas Gerais y el norte de San Pablo son las regiones más preocupantes en este momento. Pero las regiones metropolitanas de Río y Espírito Santo, además de partes de Goiás y Mato Grosso también demandan atención.
“Los resultados de las proyecciones son preocupantes. Dado el escenario que ya hemos registrado, como en Bahía y norte de Minas, ya existe un entorno de vulnerabilidad. Entonces el riesgo en el sureste es muy alto”, explicó Sias.
A pesar de la necesidad de atención y la expectativa de fuertes lluvias, el meteorólogo y profesor de la UFRJ Wanderson Luiz Silva explicó que aún no es posible precisar exactamente cuál será el volumen de precipitación. Por tanto, no habría necesidad de cancelar posibles planes de viaje de Nochevieja, pero la alerta sirve, por ejemplo, para quienes quieran nadar en ríos y cascadas, especialmente en la región montañosa, donde hay más riesgo de deslizamientos de tierra.
Fuego.
En Argentina, en tanto, un incendio de grandes dimensiones que afecta desde hace varias semanas a la Patagonia se reavivó en los últimos días y mantiene varios focos activos. El fuego ya arrasó más de 3.000 hectáreas de bosque nativo.
En la Patagonia el fuego permanece activo en un radio de unos 500 kilómetros y una de las partes afectadas más importantes es la zona turística de Bariloche, a orillas del lago en el Parque Nacional Nahuel Huapi.
Las llamas están fuera de control en las zonas del lago Martín y el lago Steffen y, aunque el parque está cerrado al turismo, están perjudicando a la población del área, mayoritariamente campesinos que viven cerca de la montaña, en la zona fronteriza con Chile.
El fuego afecta sobre todo al bosque nativo virgen y a especies únicas del lugar. En las cercanías de la zona de Santa Elena y la confluencia de los ríos Manso y Villegas, hacia donde avanza el incendio, se encuentran cuatro comunas donde viven unas 2.000 personas, las cuales podrían verse obligadas a evacuar. (Con información de OGlobo/GDA y La Nación/GDA)
El “factor 30-30-30” en Chile
Un invierno especialmente seco y temperaturas más altas de lo normal explican el considerable aumento de los incendios en Chile, que en 2021 registró un 380% más de hectáreas quemadas que el año anterior.
La Corporación Nacional Forestal indicó que en lo que va de año se ha quemado una superficie de 28.723 hectáreas, comparadas con las 6.013 hectáreas del año pasado, siendo la sureña región de La Araucanía la más afectada (17.313 ha), seguida de lejos por Ñuble (2.523 ha) y O’Higgins (1.847 ha).
Este año, sin embargo, se detectaron solo 2.356 incendios, lo que supone una disminución del 14% con respecto a los 2.493 reconocidos en 2020.
Actualmente, al menos seis incendios permanecen activos, aunque el que más preocupa es el que afecta a la comuna de Quillón, ubicada en Ñuble y a 450 kilómetros al sur de Santiago. Hasta allí se trasladó ayer martes el ministro chileno del Interior, Rodrigo Delgado, quien aseguró a medio día que el incendio estaba “controlado”.
El fuego, que comenzó la noche del 24 de diciembre, ya ha calcinado 2.100 hectáreas y al menos seis viviendas.
Según explicaron las autoridades, la rápida propagación se debe al llamado “factor 30-30-30”, es decir, más de 30 grados de temperatura, menos de un 30% de humedad en el ambiente y vientos que superan los 30 km/h.