Cadenas europeas de supermercados amenazan con boicot a Brasil por deforestación
Un proyecto de ley que flexibiliza algunos controles sobre el Amazonas impulsó a los grupos europeos a reconsiderar su apoyo y uso de la cadena de suministro de productos agrícolas brasileños.Grandes supermercados y productores alimentarios británicos y europeos amenazaron el miércoles con boicotear los productos producidos en Brasil tras la reaparición de un proyecto de ley que, según afirman, propiciaría una mayor deforestación de la selva amazónica.
En una carta abierta a los legisladores de Brasilia, estos grupos consideraron “extremadamente preocupante” la presentación en abril del proyecto de ley 510/21 tras la retirada el año pasado de una propuesta similar, respaldada por el presidente Jair Bolsonaro, a la que ya se habían opuesto.
Esta medida presenta “amenazas potencialmente aún mayores para la Amazonía que antes”, consideran los 38 firmantes entre quienes figuran grandes cadenas de supermercados británicos como Tesco, J Sainsbury, Marks & Spencer, pero también el gigante alemán Aldi, empresas de producción alimentaria como la National Pig Association, el fondo público de pensiones sueco AP7 y otros gestores de inversiones.
El texto “prevé la regularización de tierras, mediante venta o concesión de derecho real de uso, de las ocupaciones” informales en terrenos pertenecientes al estado federal desde el 25 de mayo de 2012, según su descripción en la web del senado brasileño.
“Además amplía el área susceptible de regularización hasta 2.500 hectáreas” y “renuncia a la necesidad de inspección previa del área a regularizar, que podrá ser sustituida por una declaración del propio ocupante”.
Pese a anunciar repentinamente durante la cumbre climática virtual organizada el 22 de abril por el presidente estadounidense Joe Biden que Brasil buscará la neutralidad de carbono para 2050, el ultraderechista Bolsonaro no ha hecho nada para desalentar la explotación de la selva amazónica para la agricultura o la minería.
“A lo largo del último año, hemos asistido a una serie de circunstancias que han provocado unos niveles extremadamente altos de incendios forestales y deforestación en Brasil”, denuncian los firmantes de la carta abierta.
Y considerando que “las protecciones existentes” en la legislación brasileña son “fundamentales” para garantizar que estas empresas cumplen con sus compromisos medioambientales, anunciaron que si estas desaparecen “no tendremos más remedio que reconsiderar nuestro apoyo y uso de la cadena de suministro de productos agrícolas brasileños”.
En 2019 y 2020, la deforestación amazónica fue de 10.700 km2 y 9.800 km2 respectivamente, sus mayores niveles desde 2008, según datos oficiales
En una entrevista con la AFP, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, dijo en abril que si Brasil recibiera US$ 1.000 millones de ayuda de la comunidad internacional podría reducir hasta en un 40% la deforestación ilegal de la selva virgen más grande del mundo.