“Dificultoso y lento” reinicio de actividades para el sector forestal
La actividad forestal se encuentra entre las que pudieron retomar la actividad desde ayer, en medio de protocolos de prevención por el coronavirus. Sin embargo, aún con la demanda presente, la restricción para las operatorias bancarias pone en jaque el pago de sueldos y dificulta toda la cadena de producción.
Entre el parate general y las dificultades para trabajar, pagar sueldos, comprar insumos y gestionar los permisos correspondientes para el transporte, los aserraderos correntinos que pudieron retomar la actividad en estos días auguran un reinicio de actividades “lento y difícil”.
Así describió la situación Juan Ramón Sotelo, presidente de la Asociación Civil del Plan Estratégico Foresto Industrial de Corrientes (Apefic), en diálogo con La República.
Entre las principales preocupaciones, se encuentra “la imposibilidad de pagar sueldos, porque no tenemos efectivo. Al no estar operativos los bancos, no podemos retirar efectivo ni vender cheques”, mencionó el referente, para quien el manejo del personal le está resultando la principal barrera.
“El regreso a los aserraderos arrancó bastante lento y con muchos inconvenientes. El personal tiene miedo del contagio y también incertidumbre de si podrá percibir sus sueldos”, describió. Así, estimó la asistencia al trabajo –en las empresas que se pusieron en marcha– en torno al 60 por ciento.
“Las industrias que se están reactivando de a poco son las que fabrican pallets para el sector alimenticio. La demanda existe, pero el abastecimiento también es muy complicado”, explicó. En cuanto a las industrias que fabrican insumos para la construcción “todavía no arrancaron y tampoco tienen pedidos”, sostuvo.
Así, aseguró que los empresarios del sector aguardan expectantes el fin de la segunda etapa de cuarentena obligatoria, para esperar que “se reanuden las actividades bancarias”.
“Nuestra operatoria es con cheques. Y no podemos depositarlos ni extraer efectivo. Tampoco nuestros proveedores nos aceptan cheques, y el riesgo que se corte la cadena es alto. Nos quedamos con la chequera en la mano y no podemos hacer nada”, advirtió Sotelo.
Por otra parte, el referente reclamó que todavía “no existen comunicaciones oficiales de créditos para el sector”.
En paralelo a la operatoria financiera, Sotelo explicó que existen otras dificultades: “Es difícil salir de las localidades, las páginas para descargar las Declaraciones Juradas para circular están colapsadas y el personal administrativo está reducido al mínimo. Trabajan en turnos de pocas horas, para no coincidir en las oficinas”, detalló.
De los 45 aserraderos radicados entre Santa Rosa y Saladas, Sotelo estimó operativos “a media máquina, no más de 25”.
La semana pasada, la Asociación Forestal Argentina (AFOA) realizó una encuesta entre referentes del sector, donde el 80 % de los encuestados indicó que su actividad había disminuido totalmente. El 20 % restante manifestó una disminución entre el 40 % y el 60 %; estos son mayoritariamente proveedores de industrias de la celulosa y el papel.
Según la entidad, el sector forestal y la cadena forestoindustrial emplean alrededor de 100.000 personas en forma directa y un número similar en forma indirecta.