¿PERÚ “INSISTIRÁ” CON LAS FRACASADAS CONCESIONES FORESTALES?
Serfor anuncia “plan” contra la deforestación: “Más de lo mismo” que no servirá para nada
LIMA (Uypress/JoséWLegaspi)- El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre presentó, el pasado martes, un nuevo plan de trabajo que ejecutará en 2020 “para enfrentar la deforestación”, con una cooperación millonaria del Banco de Desarrollo Alemán, que invertirá $420 millones se soles por 5 años.
Leímos la noticia en la web del diario El Comercio, y no pudimos evitar esbozar una media sonrisa.
Recordamos inmediatamente aquél pasaje de "La Ideología Alemana" de Marx y Engels, dónde afirmaban que "el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones", y aplica perfectamente a los intentos de SERFOR del Perú por tratar de "enfrentar" la deforestación en el bosque amazónico.
No dudo de la honestidad de este planteo, ya que mantuve, a fines del año 2017, con su anterior dirección, una extensa entrevista al respecto, que tocó, también, el intento por lograr una explotación forestal "ordenada y planificada" en la Amazonia peruana.
Desde Agencia Uypress hemos seguido con profunda atención todo lo que tiene que ver con la riqueza que Perú atesora en su bosque amazónico. Hemos viajado al mismo, y desarrollamos durante 2 años y medio una profunda investigación que está disponible en nuestra web como Información Forestal.
Por lo tanto, no es la primera vez que escuchamos o leemos sobre grandes planes para "enfrentar" la deforestación que está establecida en esa región del hermano país hace años y no parece que den mucho resultado tales anuncios, que se repiten una y otra vez.
Precisamente, hace unos días, publicamos un artículo del abogado ambientalista peruano, Carlos Manuel Cabrejos Bobadilla, que analiza los cambios ocurridos en el Congreso peruano y las alternativas que se plantean de cara a enfrentar ese flagelo de la deforestación. Y parte de la propia información del Servicio Forestal del Perú, de la que se desprenden cifras alarmantes al respecto: "la tasa anual de deforestación del año 2018, que equivale a 154.766 hectáreas, que significa, un acumulado entre 2001-2018, de pérdida de bosques de 2.284.888 hectáreas y una tasa promedio, del último quinquenio, de 161.768 hectáreas (2014-2018)".
En la nota mencionada al principio, que refiere al plan 2020 del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) su director ejecutivo, Alberto Gonzáles-Zúñiga Guzmán, describió los objetivos de dicho plan, y el primero de los mismos es cuestionable:
Promover el desarrollo forestal, "mejorando" las concesiones forestales (que se otorgan desde el 2002), reconociendo que el desempeño de las mismas "no ha sido bueno", y como muestra de esto afirma que "de las 10 millones de hectáreas concesionadas solo dos (en Madre de Dios) han sido bien manejadas". Y agrega, en un "sincericidio" tremendo: "Respecto al resto de hectáreas (habla de 8 millones, nota de redacción) algunas han sido revertidas al Estado, otras están en un proceso de reversión y las demás están en una especie de limbo".
Y nosotros nos preguntamos: ¿es necesario insistir con un sistema de concesiones que fracasó estrepitosamente?
Después describe otros dos objetivos, el desarrollo de plantaciones y promover el desarrollo de las inversiones. Y son de recibo, pues apuntan a fortalecer al sector forestal, y nadie puede objetar semejante aspiración, pero resulta llamativo que se insista, desde la base de la producción misma, con unas concesiones que han resultado un rotundo fracaso.
Causas de la deforestación y qué proponen para enfrentarla
Serfor reconoce que el 95% de este flagelo está provocado por la agricultura migratoria. Y que apenas el 5% restante está provocado por otras causas, como ser, la tala ilegal, la minería, etc., ¿cómo es posible que no se ataque ese 95%, que es, por su dimensión y origen, más fácilmente verificable, y solucionar, de una vez por todas, el problema de la deforestación en el bosque amazónico?
¿Por qué, desde las autoridades forestales, se sigue haciendo tanto hincapié con el 5%?
¿No sería de sentido común, atacar la agricultura migratoria, y achicar ese inmenso 95% de deforestación, en lugar de seguir insistiendo con el 5%?
¿No se dan cuenta que si se revierte aunque sea un 20% de ese 95%, estarán revirtiendo, de manera notoria, la deforestación?
¿Cuál es la solución?
Resolver el problema de fondo no es apuntar a la madera, a la tala. Atacar si su ilegalidad, pero la madera es la solución definitiva a la deforestación.
Primero, el inventario georeferenciado del bosque amazónico debe ser hecho por el Estado peruano, y eso termina con la tala ilegal y con la agricultura migratoria, porque las comunidades locales que desarrollan esa actividad agrícola, si la explotación de la madera está debidamente organizada, por el Estado, preferirán talar para vender madera, antes que talar para plantar su subsistencia, pues la venta de madera genera más ingresos que la agricultura.
Segundo, dicho inventario debe estar certificado por agencias internacionales serias, como, por ejemplo, SGS, que garantice la inspección, verificación y certificación de los árboles y la madera que se extraiga de ellos.
Tercero, que la madera debidamente certificada se venda, y que un 10% de esa venta se destine, Estado mediante, para pagar el inventario y la certificación internacional.
Si se aplica la solución eficaz y definitiva, que es esta que aquí desarrollamos, Perú ingresará fuertemente al mercado maderero internacional, vendiendo entre US$ 15 y US$ 20 mil millones al año. Y ya sabemos los intereses que se verían afectados si el hermano país logra explotar soberanamente esa riqueza. Pero ese es otro problema, aquí urge detener y revertir la deforestación.
Y la solución está en la propia madera, su cuidado y su explotación planificada y organizada por el Estado.