JaimeLedesmaJaime Ledesma:“El gran desafío institucional pasa por consensuar a nivel país una clara política forestal de Estado”

El ingeniero forestal misionero marcó su visión del escenario forestal por el debate de la prórroga de la Ley 25.080 y el consenso para sus modificaciones, con reflexiones frente al crítico análisis expuesto por el ingeniero forestal Mario Elizondo (Buenos Aires).“Es necesario discutir e instrumentar una verdadera Política Forestal de Estado -coincidió-, que aporte al desarrollo sostenible y al desarrollo de una bioeconomía, colaborando en la mitigación del cambio climático”, dijo Ledesma.

Sobre los cuestionamientos relacionados a las reuniones de la Mesa Nacional sobre la prórroga y consenso para las modificaciones la Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados, y los interrogantes sobre cuál es la política forestal nacional argentina que marcarán el desarrollo futuro del a actividad, respondió con algunas reflexiones Jaime Ledesma (Misiones), en su carácter profesional y desde su experiencia política en el Gobierno de Misiones en los últimos años.

 

“El debate de la prórroga de la Ley 25.080 debiera ser la gran oportunidad para discutir una Política Forestal de Estado, en lo personal comparto esto. Lo que observo y destaco también –que no debiera perderse de vista en ningún análisis- es en qué contexto político institucional está atravesando por estos tiempos el sector forestal en País, y este es en la actualidad sumamente positivo”, explicó Ledesma.

En ese sentido, detalló las señales dadas por el Poder Ejecutivo Nacional, que posibilitan el abordaje de una interesante agenda forestal con temas que son prioridad y otros más estratégicos, y en forma conjunta con las provincias y los principales actores productivos, industriales, empresariales y profesionales del país. “En estos casi seis meses se han realizado tres reuniones de la Mesa de Competitividad de la Cadena Foresto-industrial, con la presencia del Presidente de la Nación; Gobernadores; funcionarios nacionales y representantes institucionales Provinciales del más alto nivel con los actores empresario-productivos del sector”, valoró por un lado el profesional.

En ese contexto, sostuvo que “hay que reconocer claramente que en ese espacio la cuenca forestal mesopotámica tiene un sesgo destacado en su participación”.

Agregó, además, que durante el año 2017 se realizaron interesantes reuniones, en el marco del Consejo Federal Agropecuario (CFA), abordando la cuestión de la Ley 25.080; como también, en estos primeros meses del año, donde se realizaron cuatro reuniones de trabajo coordinadas por director nacional de Desarrollo Foresto-industrial del Ministerio de Agroindustria, Nicolás Laharrague, con amplia participación del sector productivo, empresarial, profesional e institucional.

“En su momento, allá por septiembre, se elaboró una agenda de temas con 10 puntos prioritarios que fueron marcados por el mismo sector, y donde cada actor de la cadena de valor de la actividad tiene una mirada e intereses particulares”, remarcó.

Tras resaltar el marco actual que se atraviesa, Ledesma consideró que “el gran desafío institucional pasa entonces por poder consensuar visiones, metas, objetivos, estrategias y acciones; en definitiva, que permitan definir una clara política forestal de Estado para no repetir las historias del pasado. Esto se logrará por medio de un abordaje de las cuestiones institucionales, técnicas, económico-productivas, ambientales y sociales de cara al futuro, en un contexto de sostenibilidad”, precisó.

Un cambio a favor
La principal diferencia con el crítico documento del ingeniero Elizondo estaría entonces en valorar el proceso actual de cambio a favor del sector foresto-industrial argentino, que durante décadas fue perdiendo espacio, representatividad y desarrollo productivo, y está en pleno proceso de reconstrucción en todos los aspectos. “Creo que tampoco se puede negar lo hecho y como se está trabajando institucionalmente, Nación y Provincias, sobre cuestiones que buscan dar competitividad al sector desde lo tributario, económico y logístico; pero para que esto no sea una cuestión coyuntural, en el mediano plazo debe necesariamente transformarse las acciones y estrategias en una política de Estado, con todo lo que ello implica, en un país que no tiene conciencia y cultura forestal”, expuso Ledesma en contacto con ArgentinaForestal.com.

El ingeniero expresó que “para avanzar en ello, hay que tener claridad en la visión, metas y objetivos. No es un dato menor, es clave para todo este proceso de construcción política de consensos. Digo esto para que no dilapidemos esfuerzos y tiempos focalizando en los instrumentos y no en la política –coincidiendo en este punto con Elizondo-, pues las políticas pendulares, muy común en nuestro país, en los últimos 70 años, no van a contribuir a desarrollar sosteniblemente el sector forestal”, agregó Ledesma.

El ingeniero, a continuación, citó al Prof. Enrique Gallardo (especialista en Derecho Forestal), donde refleja el concepto hacia donde se debiera avanzar: “…si no se tiene en claro ni se entiende a la política, simplemente como un conjunto de objetivos, o a lo más, como una estrategia para lograrlos, esto es, como un fin, ni la legislación y la institucionalidad como medios o instrumentos para alcanzar los objetivos definidos en la política, lo más probable es que suceda lo que pasa en la mayoría de nuestros países latinoamericanos, que las normas legales o reglamentaria sean ineficaces e ineficientes”. (Extraído del Libro Política y Legislaciones Forestal, del Ing Ftal Héctor M. Gartland).

Proceso de reconstrucción forestal
“La política forestal de la Argentina fue fragmentada, según el tipo de recurso bosque nativo y bosque de cultivo, y fue muy errática en los últimos 70 años. Un dato insoslayable desde lo territorial es que, desde 1914 a la fecha, hemos perdido más de 70 millones de hectáreas de bosques nativos sobre la existencia de  un poco más de 100 millones de hectáreas (donde sigue habiendo un avance de la frontera agropecuaria). En la actualidad, tenemos menos de 30 millones de hectáreas”, precisó Ledesma.

Siguiendo con su análisis, indicó que en el caso de los bosques implantados (monocultivos comerciales), desde mediados de los años 50 y 60, a la fecha, crecieron en el país en superficie en un poco más de 1.300.000 hectáreas. “Contamos con el potencial para duplicar esa cifra sin colisionar con otros intereses productivos. La meta fijada para el año 2030 es de 2 millones de hectáreas, esto significa una tasa de forestación anual para los próximos años de 120.000 hectáreas”, explicó el profesional.

Aunque aclaró que si bien hay una estructura foresto-industrial consolidada, sigue teniendo una incidencia muy baja en el PBI nacional, además hay que mejorar aspectos tecnológicos.

“Frente a la oportunidad de tener un crecimiento exponencial con todo el efecto multiplicador que puede tener en las economías regionales, debemos entender a la política forestal como: el desarrollo coherente de un armonioso conjunto de medidas legales e instituciones, basadas ambas en principios políticos previamente establecidos, que conduzcan al objetivo de alcanzar un desarrollo sostenible de los recursos forestales”, definió el profesional misionero.

Finalmente, consideró entonces necesario “discutir e instrumentar una verdadera Política Forestal de Estado, que aporte al desarrollo sostenible y al desarrollo de una bioeconomía, colaborando en la mitigación del cambio climático”.
 Por Patricia Escobar

MISIONES online - Posadas - 02 marzo 2018