rio negroUruguay precisa agua

En la inauguración de la Expoactiva, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, afirmó que Uruguay precisa “agua, agua y agua”. A primera vista, esta afirmación podría llamar la atención, especialmente teniendo en cuenta la vasta red de recursos hídricos que existen en el país.
Sin embargo, distintos factores están generando importante presión sobre nuestro sistema hídrico, entre ellos, la variabilidad climática. Por eso, la afirmación del jerarca cobra mucho sentido si tenemos en cuenta que este año Uruguay perderá entre 500 y 600 millones de dólares por la falta de lluvia para los cultivos de verano en los meses de enero y febrero.

Al anunciar el envío al Parlamento de un proyecto de ley para crear "una cultura del agua" --que permitirá la creación de sociedades agrarias de riego--, el ministro recordó que cada año Uruguay deja escapar al océano unos 500 litros de agua de lluvia por metro cuadrado, recurso que para el gobierno es necesario aprovechar captándolo en un sistema que tenga como base el uso multipredial ya que “no todos los productores pueden instalar una represa en su establecimiento”.

La presión hídrica se está volviendo un problema grave. También constituye un monumental desafío en Latinoamérica, a pesar que nuestro continente cuenta con el 31% de toda el agua dulce del planeta y solo 12,9% de la población mundial.

La sobreexplotación de los recursos acuíferos, la contaminación, el incremento de asentamientos irregulares cerca de las zonas de recarga han contribuido a generar este problema. Los cambios en los patrones de lluvia, producto del cambio climático, están empeorando la situación y actualmente ciudades como San Pablo, México o Managua enfrentan grandes problemas de agua con el consecuente impacto en la calidad de vida de sus habitantes.

Las dificultades ya no son un problema lejano. Las tenemos muy cerca de casa. Y si a la difícil relación entre el crecimiento de la población urbana latinoamericana, la contaminación y la disponibilidad del agua, le sumamos el cambio climático, la situación se torna más compleja.

Hoy ya nadie duda que el calentamiento global ejerce un impacto cada vez más evidente en los ecosistemas naturales, la vida y bienestar de las personas. Los cambios en los patrones de distribución de lluvias, en la humedad del suelo, la carga de los acuíferos y el caudal de los ríos. Los gobiernos tienen la responsabilidad de buscar soluciones, planes de mitigación, realizar infraestructuras y prevenir la contaminación y los usos inadecuados de los recursos hídricos. Los ciudadanos también tenemos parte de esa responsabilidad y podríamos ayudar a hacer la diferencia, por ejemplo, desarrollando prácticas sustentables en nuestro uso cotidiano del agua.

Diario EL TELEGRAFO -  Paysandu -  URUGUAY -  24 marzo 2016