forestacion-INTADesafíos del sector forestal

A partir de la aprobación de la Ley 15.939 en el año 1988, la forestación tuvo un importante crecimiento en Uruguay y ha generado un impacto positivo en la economía por su incidencia en las exportaciones, el uso productivo de tierras de baja fertilidad y la atracción de inversiones nacionales y extranjeras.

A casi 27 años de aprobada la ley y con motivo de analizar el sector, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) realizó la última jornada del ciclo Destacados 2014, el 17 de octubre en la Estación Experimental de Tacuarembó, que se denominó “La ley forestal y después… el desafío de agregar valor a la cadena”.  Además, la actividad se transmitió en vivo por Internet. El director regional de INIA Tacuarembó, Gustavo Britos, contextualizó los avances desde la votación de la ley hasta el presente. Hoy, la forestación es uno de los principales rubros del sector agropecuario – supera incluso los tradicionales– aunque ocupa apenas el 5% del territorio.

Ernesto González Posse, profesional destacado por su labor en el Proyecto Regional de Alternativas para la Inversión Forestal y en las evaluaciones socio-económicas en las empresas STORA ENSO y Botnia S.A., entre otras, señaló que el rubro forestal difiere de otras actividades agropecuarias por su largo período de maduración de la inversión. Esta característica ha determinado el tipo de inversores. Asimismo, remarcó la importancia de la articulación de las cadenas de producción agro industriales.

Al referirse a la evolución de esta actividad en Uruguay, dijo que la producción forestal en la década de los 80 tenía escaso desarrollo. El crecimiento comenzó en los años 90 a partir del fuerte apoyo que significó la aprobación de la ley y el financiamiento disponible. Luego, en el año 2000 comenzaron los contactos con empresas industriales, principalmente para producción de pulpa de celulosa, hasta la instalación de Botnia y UPM en territorio uruguayo.

Actualmente la cadena de producción forestal está completa, pero desequilibrada, con un gran desarrollo de la producción de pulpa de celulosa. Como desafíos para la forestación y sus industrias González Posse planteó la necesidad de infraestructura y mantenimiento, de irreversibilidad de exoneraciones fiscales, el estudio de impacto sobre economías municipales y los requerimientos de caminería, entre otros.
Bob Izlar, de la Universidad de Georgia, disertó sobre la transformación de la madera y sus potenciales mercados. Identificó a Europa (cuya producción doméstica no será suficiente en el 2030), India (con una demanda emergente) y China (que tendrá una buena demanda por al menos 10 años debido al ritmo de construcción) como potenciales compradores de madera uruguaya en los próximos años.

Luego, describió la situación de Uruguay y dijo que la producción de pulpa es problemática ya que está disminuyendo la impresión en papel y que ahora se buscan fibras más largas para la producción de papel sanitario y bolsas de supermercado. La producción debería orientarse hacia la demanda de los mercados. Los pellets podrían ser vendidos a Europa que va a aumentar su demanda para el año 2020.

La investigación efectuada en el país y los temas pendientes fueron expuestos por técnicos integrantes del Programa Nacional de Investigación en Producción Forestal de INIA. Sobre el Mejoramiento genético realizado en Uruguay expuso Gustavo Balmelli.

Conexión Tecnológic@ -  Montevideo -  URUGUAY - 12 diciembre 2014