riego Dr. Amorim: Las represas multiprediales son buenas para la sociedad

"¿Es bueno para la sociedad en su conjunto contar con represas multiprediales, teniendo en cuenta la suma y resta de los efectos que estas obras pudieran causar? A nuestro criterio la respuesta es en un rotundo sí"

Salto – TodoElCampo – El veterinario y productor salteño Dr. Leopoldo Amorim escribió una carta sobre la ley de riego que fue publicada en algunos medios de comunicación.

En la misiva señala que la referida ley fue aprobada por amplia mayoría tanto en Diputados como en el Senado. Sin embargo y a pesar del claro respaldo Parlamentario la ley está en discusión porque algunos grupos sociales han decidido recoger firmas para derogarla por cuestionamientos ambientalistas y por la venta del agua por parte de privados.

 

En su carta el Dr. Amorim aborda ambos temas, el ambientalista y el uso del agua por privados. Sobre el primer asunto señala que “esta es una modificación a una ley existente, no una nueva ley”, y aclara que “en la ley modificada los temas ambientales están tratados” al punto de que “impiden la realización de algunas represas”.

En cuanto al punto de los privados explica “que el agua pueda ser vendida por privados, no quiere decir que el Estado pierda la propiedad de esta. El Estado podría permitir vender el agua, como sucede en la actualidad en algunos casos o hasta subsidiar y pagar a quien la utilice si el impacto que este uso produce resulta extremadamente beneficioso para la población en general, por el aumento de generación de bienes exportables o de consumo que produce y los puestos de trabajo que estas actividades conllevan”.

La siguiente es la carta completa del Dr. Amorim publicada en Búsqueda y Los Agronegocios.

LA CARTA DEL DR. LEOPOLDO AMORIM
Dr. Leopoldo Amorim – Salto – A pesar de haber sido aprobada por una amplia mayoría, 84 de 86 diputados y 30 de 31 senadores, la modificación de la Ley de Riego propuesta por el ministro Tabaré Aguerre, hombre con experiencia propia en esos temas, cuenta con algunos detractores.

Me parece pertinente dar mi opinión al respecto y aportar la visión que tengo como usuario de riego por más de 27 años. Las modificaciones efectuadas a la ley parten de una simple pregunta.

¿Es bueno para la sociedad en su conjunto contar con represas multiprediales, teniendo en cuenta la suma y resta de los efectos que estas obras pudieran causar? A nuestro criterio la respuesta es en un rotundo SI.

¿Cuáles son las trabas que desde el punto de vista legal pudieran tener esos proyectos?

Algunos de los artículos de la ley anterior, como la falta de otros, dificultan su realización. Pues entonces, si la construcción de estas represas puede generar un balance bueno para la sociedad en su conjunto, modifiquémoslas.

Las discrepancias que se plantean sobre las modificaciones aprobadas se refieren principalmente a dos temas, el efecto sobre el medio ambiente, y el uso y venta del agua por parte de privados. Antes de hablar de los efectos de la ley respecto a estos dos temas, hay que entender algunas generalidades.

LA LEY YA EXISTÍA
Se debe entender que lo propuesto y aprobado no es una nueva ley, es una modificación a una ley existente que ya contiene aspectos referidos al medio ambiente. Por lo tanto algunas personas o grupos que cuestionan la ausencia de estos temas en la modificación efectuada deberían conocer la ley completa y estar enterados que ya existe tal normativa. Los cambios no harán muchas diferencias en estos aspectos ya legislados, y si lo hacen, hasta podrían tener algunos efectos positivos desde el punto de vista ambiental.

Se deberá también tener consciencia de que nada es gratis, si usted requiere de algún tipo de energía, comida, transporte o diversión; aunque trate de que el efecto sea el mínimo posible, algún impacto en el equilibrio del ecosistema tendrá. Las necesidades de la gente también son parte del ecosistema.

Este impacto va a estar siempre relacionado con las condiciones de vida que cada persona quiera, por lo tanto el cuidado del medio ambiente será responsabilidad individual de cada uno, de su forma de vivir y de su exigencia en materia de confort. Los cambios a efectuar van a depender específicamente de alguna demanda, si nadie lo pide ninguna energía se generará, ninguna comida se producirá, nada se hará.

Si uno decide vivir en forma primitiva pocos serán los efectos de que deberá responsabilizarse. Pero si uno va en auto u ómnibus en vez de a pie, si quiere luz, calefacción, refrigeración, lavar sus platos con detergentes, matar algunos insectos o roedores en su casa, lavar su ropa, usar su computadora o celular, viajar en avión a algún congreso en pro de la defensa del medio ambiente, tomar mate, mirar televisión, ir al fútbol, y comer todos los días, aun siendo vegetariano, tendrá mucho más responsabilidad en los cambios producidos al medio ambiente. Simplemente deberá ser consciente de que solamente para preparar su mate, un árbol deberá desfoliarse, se deberá gastar energía para su procesamiento, y también para calentar el agua.

MEDIO AMBIENTE.
Como ya hemos dicho antes, esta es una modificación a una ley existente, no una nueva ley. En la ley modificada los temas ambientales están tratados, en nuestra opinión con demasiada exigencia, impidiendo la realización de algunas represas.

Todos los técnicos, cada uno en su especialidad deberán aportar sus conocimientos para diseñar y hacer estas obras con el menor impacto posible en el medio ambiente. Es indiscutiblemente el cambio ecológico que han producido las represas hidroeléctricas existentes en Uruguay, un estudio de la Cátedra de Limnología dice que la mayor parte de los organismos existentes en el suelo mueren por la inundación mientras que la macro fauna más móvil se desplaza a sitios vecinos donde compite con la allí existente.

Además, la biomasa terrestre sumergida en grandes cantidades se descompone aumentando la emisión de gases invernadero, agotando el oxígeno disuelto y afectando la respiración de los peces y demás organismos. Pero si comparamos estos cambios con el efecto que tendría el generar la energía que estas represas hidráulicas producen con combustibles fósiles, seguramente, el balance sería altamente negativo en materia de producción de gases invernadero, a no ser que estemos dispuestos a apagar calefacciones, aires acondicionados y luces.

Los efectos que debe haber producido el embalse construido para satisfacer las necesidades de agua de la ciudad de Montevideo, hoy con problemas que debemos mitigar, la solución no hubiera sido su no construcción, a no ser que decidamos vivir sin agua potable en nuestras casas.

También tienen un impacto ambiental importante las represas que se hacen en otros países para aprovechar los deshielos de las montañas, pero a su vez transforman zonas desérticas en altamente productivas; como también las que se construirán en Uruguay en un futuro para usarlas con fines de riego potenciando la producción de alimentos, a menos que estemos dispuestos a pagarlos tres veces más, importarlos de algún otro país o dejar de exportarlos.

Compartimos la preocupación con el medio ambiente y si miramos algunos cambios que han ocurrido en el Uruguay, la conclusión es que no se han hecho muchas cosas de la forma correcta. Tenemos una visión del hombre incluido en el ecosistema con sus necesidades tanto energéticas como de alimentación y nos guste o no nos guste, esto es una realidad que tendremos que afrontar tratando de hacer las cosas con el menor impacto ambiental posible, teniendo en cuenta que hay muchas modificaciones que se pueden hacer en forma sustentable o que hasta podrían mejorar el medio ambiente.

En el caso de las represas multiprediales que se podrían proyectar con esta modificación de la ley, el poder elegir el lugar entre más opciones buscando su ubicación ideal cosa que muchas veces en los emprendimientos individuales no es posible, mejorará su eficiencia y permitirá acumular la mayor cantidad de agua posible inundando menor cantidad de hectáreas además de poder elegir tierras improductivas para asentarlas.

Con esto provocaríamos un menor impacto en el lugar físico donde se asienta la represa, y si le sumamos que los campos aguas abajo, tendrían el doble de potencial productivo usando los mismos insumos, entre ellos agroquímicos, necesitaríamos casi la mitad de has y casi la mitad de insumos para producir el doble de granos, lo que se transforma paradójicamente en una situación de menor impacto ambiental del que existiría de no haber sido efectuada la obra.

Estas obras también permiten que sea más fácil proyectarlas pensando en el bien común que muchas veces en los emprendimientos individuales es más difícil, no siendo esta su principal función. Más si pensamos en las posibilidades para los pequeños productores para quienes este tipo de emprendimiento es casi su única oportunidad de contar con riego, ya que su escala no les permite hacer su propia represa. Mientras la población siga aumentando y mejorando su bienestar, se debe de hacer un frente común para afrontar la conservación del medio ambiente, pues todos somos responsables de estos cambios.

Vemos con preocupación que existe un radicalismo respecto tanto a temas ambientales como de bienestar animal, que pretenden cambiar la imagen de los productores agropecuarios de productores de alimentos a destructores del medio ambiente y criminales de animales.

Siendo estas actitudes indispensables tanto para la preservación del medio ambiente como del trato humano hacia los animales, cuando son desmedidas y radicales poco colaboran con estas acciones, y al afectar la eficiencia de la producción encarecen los alimentos, repercutiendo en mayor medida en las personas de bajos recursos económicos.

Muchas veces las medidas son simplemente gustos de personas que con todo su derecho lo exigen, pero creo que es nuestra obligación sensibilizarlos sobre quien termina financiando sus gustos y cuáles son las repercusiones que tienen estos en el resto de la sociedad.

VENTA DE AGUA POR PARTICULARES.
Que el agua pueda ser vendida por privados, no quiere decir que el Estado pierda la propiedad de esta. El uso de la misma sigue siendo regulado por el Estado.

El Estado podría permitir vender el agua, como sucede en la actualidad en algunos casos o hasta subsidiar y pagar a quien la utilice si el impacto que este uso produce resulta extremadamente beneficioso para la población en general, por el aumento de generación de bienes exportables o de consumo que produce y los puestos de trabajo que estas actividades conllevan.

Que los gremios, principalmente el de OSE, junto a otras organizaciones sociales, hayan propiciado el plebiscito del agua del 2004 no los transforma en dueños del agua ni de ser los encargados de regular su uso; la población en su conjunto decidió en aquel momento, como de la misma manera en las últimas elecciones eligió a sus representantes al Parlamento quienes votaron por mayoría casi absoluta la aprobación de las modificaciones de esta ley.

El propio gremio sostiene que OSE debe utilizar el agua, agregando en este caso para su potabilización, debido a la contaminación que tiene, productos no muy amigables con el medio ambiente, y nada dice sobre el tratamiento de las aguas servidas de las ciudades y poblados que el mismo organismo es responsable de su manejo, tirándolo a los respectivos cursos de agua sin ningún tipo de tratamiento.

Cabe recordar que las vacas solamente cuando defecan cerca de los cursos de agua podrían contaminarlos pero en el caso de las personas todos sus deshechos van a parar al agua, acompañados de detergentes y otros productos de común uso en los hogares.

Con o sin esta modificación de la ley existen aguas que son utilizadas, vendidas y no pagan ningún canon por su uso, y si tuvieran que hacerlo, todos sabemos quiénes serán al final los que pagaran este canon, los consumidores finales, incluyendo este en el precio de los respectivos productos.

Hoy todas las industrias que embotellan agua y refrescos, usan agua que es del Estado y nos las venden, las industrias de celulosas, frigoríficos e infinidad de otras industrias, usan el agua para sus procesos y también usan los cursos de agua para sus desechos. Los productores rurales también usan el agua de las cañadas para dar de beber a sus animales.

EL AGUA DE LOS ARROCEROS.
Normalmente en el caso del sector arrocero, hay muchos plantadores que no tienen agua propia y la compran a un promedio de 20 bolsas de arroz, aproximadamente US 200 por ha. En este caso, también es un inversor privado, algunos de ellos extranjeros, que han efectuado estos represamientos solo a los fines de vender el agua a un tercero que planta.

Sigamos con caso del arroz ya que el riego es imprescindible para su producción, hoy no es rentable para el productor lo que no quiere decir que no lo sea para el país o la sociedad en su conjunto, generando aproximadamente 2.000 dólares por hectárea, que son distribuidos al resto de las sociedad a través de impuestos, salarios, servicios e insumos. En esta producción se usan insumos importados pero gran parte de su precio es debido a un costo interno, que también se vuelca a la sociedad, como lo son principalmente el gasoil, la energía eléctrica y los fertilizantes.

Por qué entonces si ya se vende agua, propiedad del Estado, en muchos de los casos señalados, se tiene tanto temor a la venta de agua por particulares que quieran invertir en represas multiprediales para su uso en riego que aun provocando algún impacto ambiental, se lo deberá comparar con el impacto social que este aumento de producción pueda producir; gracias al uso del agua de escurrimiento que actualmente en el Uruguay, comparado con otros países, no es un recurso escaso.

Para nada estamos justificando los cambios terribles que el hombre ha hecho con la naturaleza, hoy teniendo problemas graves de contaminación en todo el mundo, pero las visiones de los técnicos enfocadas solamente en su especialidad como única verdad, sin mirar este problema globalmente con el individuo como parte del ecosistema, en nada ayudan a la solución del problema.

En 27 años como productor, he visto infinidad de represas para este fin, no he visto en ninguna de ellas presencia de cianobacterias, quizás debido a que estas represas generalmente terminan secas al final del periodo de riego. Sería importante que especialistas como los técnicos de la Facultad de Ciencias, que pronostican excesivos desequilibrios del ecosistema por la construcción de estas represas, pudieran investigar este efecto.

Si partimos de la base que como país vamos a necesitar, energía, arroz, soja, carne y otra cantidad de alimentos tanto para consumir como para generar recursos con sus exportaciones que nos permitan comprar las cosas que no producimos, tan importantes como medicamentos, televisores, radios, celulares, minerales, petróleo, internet para que nuestros científicos tengan la posibilidad de recabar información con una computadora a través de este medio e infinidad de productos, y que vemos además que paradojalmente en muchos casos estas obras causan menos impacto ambiental que el que ocurriría si no las tuviéramos, no entendemos la exagerada alarma publica por estas posibles construcciones.

Pensando en incidir en el ambiente lo menos posible, si todos los técnicos no trabajan en conjunto para lograr este fin no solo causaremos la no sustentabilidad del medio ambiente sino que causaremos la no sustentabilidad del Uruguay como país y de su gente, a menos que decidamos vivir como en las épocas pre coloniales, pero en ese caso lo producido en una forma totalmente amigable con la naturaleza dará solamente para unas 150.000 personas y no deberemos de preocuparnos por el resto de la gente, 3.150.000 pues con el tiempo, sin medicamentos, sin energía y sin comida suficiente, las leyes naturales se encargarán de equilibrar el ecosistema nuevamente.

TODO el CAMPO - Montevideo - URUGUAY - 25 octubre 2018