Weyerhaeuser paneles enchapadosPaneles a la vista

Después de dos años complejos en el mercado internacional de paneles contrachapados, Molinari percibe señales que le permiten ver el futuro próximo del rubro con medido optimismo.

Por María José Fermi
No hay vuelta que darle: con la venta de Weyerhaeuser en 2017 se abrió una gran incógnita sobre la producción de paneles contrachapados en Uruguay. ¿Qué pasó luego de la segunda mayor compraventa de una empresa radicada en el país? ¿En qué está la producción nacional de paneles contrachapados y cuál es su estrategia comercial para enfrentar un mercado volátil y con el fantasma de los sustitutos?

402,5 millones de dólares pagó BTG Pactual para hacerse de las operaciones industriales y campos forestales uruguayos de Weyerhaeuser en 2017.

Así, el futuro del único productor de plywood –como también se conoce al panel contrachapado– del país quedaba en nuevas manos. A seis meses de la transición efectiva al consorcio BTG Pactual, los tableros made in Uruguay siguen firmes al pie del cañón apuntando a diversos mercados internacionales.

Álvaro Molinari ha sido testigo privilegiado de todo el proceso; primero como director ejecutivo de Weyerhaeuser en Uruguay y ahora desempeñando la misma función pero desde Lumin, el nombre que el grupo BTG Pactual ha decidido utilizar para su negocio en tierras orientales. “Lumin era una marca bajo la cual los tableros salían al mercado mundial [en los tiempos de Weyerhaeuser]. Entonces se tomó la oportunidad de tener una marca que ya era reconocida y la extendimos para nombrar al grupo como tal”, explica el ejecutivo. Hoy por hoy, los engranajes de la enorme fábrica de tableros contrachapados en Tacuarembó siguen perfectamente aceitados y en funcionamiento: 2017 cerró con una producción de 240.000 m3, que fue exportada prácticamente en su totalidad a 18 países.

La planta de paneles contrachapados en Tacuarembó tiene una capacidad instalada de 280.000 m3 anuales; en el 2017 la producción se cerró en los 240.000 m3

En Lumin se trabaja con dos géneros –Pinus y Eucalyptus–, lo que permite elaborar paneles de un solo tipo de madera o combinados, mezclando láminas de ambos orígenes. “Esto nos da una flexibilidad bastante grande, especialmente desde el punto de vista comercial. Nos permite ir a mercados internacionales que prefieren cara de pino y a otros que prefieren cara de eucalipto, teniendo en cuenta el destino y su uso final”.

El plywood, según sus características –grosor, madera, composición, calidad–, puede tener diferentes usos finales: estructural –construcción, encofrados, packaging, transporte– o mueblería –molduras, mesas, puertas, muebles–.

BOLETO GANADOR
Por más de que la empresa comercializa en ambos segmentos –55% mueblería y 45% estructural–, la estrategia de Lumin, que le da continuidad a la de Weyerhaeuser, es dirigirse al de mayor valor dentro del mercado del contrachapado. ¿Cuál es este? El de mueblería o madera de apariencia, donde la parte estética es vital. “Para eso es necesario un manejo muy intensivo de los montes con raleos y podas para obtener madera libre de nudos. Conforme los montes continúen creciendo y madurando, nuestra proporción seguirá inclinándose más hacia el segmento de apariencia”, sostiene el director ejecutivo de la empresa.

Dentro del segmento de mueblería, el eucalipto y el pino juegan cada uno un rol distinto y valioso desde sus particularidades. Molinari lo sintetiza así: “Por un lado existen los mercados más ‘pineros’, como México y Latinoamérica –con excepción de Argentina–, y por otro lado tenemos a los mercados más ‘eucalipteros’ o llamados tropicales, que son Europa y una parte de Asia”. En estos últimos, Lumin apuesta por posicionar los llamados Tropical Replacement Panels. “Es una alternativa viable a las maderas tropicales que los mercados europeos consumían antes. Se trata de un producto confiable y certificado que tiene todas las garantías de un proyecto sustentable. Hemos tenido éxito en esa dirección y pretendemos seguir profundizándola”.
EL FANTASMA DE LA SUSTITUCIÓN
¿Cuáles son los desafíos presentes y futuros del negocio del contrachapado? En el mundo del plywood, el fantasma de la sustitución acecha desde hace décadas, especialmente en el sector de uso estructural. Como principal competidor aparece el Oriented Strand Board (OSB por sus siglas en inglés), un tablero con capas de virutas o astillas orientadas, a diferencia del contrachapado donde se unen varias láminas de madera. Los llamados tableros OSB tienden a tener costos bastante menores que el plywood, transformándolos en un competidor feroz.

El mercado internacional del plywood no ha estado desprovisto de volatilidad en los últimos años; la sobreoferta de producto brasileño y los recogimientos de mercados como Europa y Estados Unidos contribuyeron a las altas y bajas

En el caso de los tableros para mueblería, el riesgo de la sustitución, aunque presente, no tiene tanta fuerza como con los estructurales. ¿Por qué? Básicamente por un tema de percepción vinculado a la calidad al compararse con posibles sustitutos. La madera siempre será vista como algo de mayor valor. “El riesgo de sustitución en el segmento de apariencia es un poco menor. Puede haber melamí- nicos y productos de este tipo, pero el plywood de apariencia entendemos que tiene su lugar, su nicho”, explica Molinari. Una razón más para que la empresa Lumin decida enfocarse con mayor decisión en este segundo segmento.

“El TLC que Uruguay tiene con México nos ha servido muchísimo, nosotros lo podemos decir de primera mano. Ojalá pudiéramos replicar esto en otros lados”. Álvaro Molinari, Lumin

EL BAILE DEL MERCADO
Por más que Lumin continúa aumentando su producción de contrachapados desde Tacuarembó, el mercado internacional de plywood no ha estado desprovisto de volatilidad en los últimos años. La sobreoferta de producto brasileño y los recogimientos de mercados como Europa y Estados Unidos contribuyeron a estos altibajos.

La volatilidad de precios queda evidenciada, por ejemplo, al mirar las exportaciones uruguayas de madera contrachapada en el Anuario Estadístico Agropecuario de 2017 realizado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). En el año 2015, la exportación de 157.000 m3 de plywood se valorizó en un total de 62.164 millones de dólares. Mientras tanto, aunque en el año 2016 se exportaron 229.000 m3, una cantidad bastante mayor, el valor de esa exportación se contó en apenas 42.945 millones de dólares, 19.219 millones menos que el año anterior.

Efectivamente, el propio MGAP, de manera más detallada dentro de su Boletín Estadístico Forestal 2017, analiza la evolución de los precios de los principales productos exportados (2009-2016). En el caso de los tableros de madera terciada –como también se conoce al plywood– el descenso es notorio. En 2009, el precio en US$/m3 era de 268, llegando a un pico importante en 2013 con US$ 418 /m3 . En los siguientes años comenzó a caer hasta que en 2016 el precio de exportación del plywood fue de US$ 188 /m3.

“Lo que sucedió en los últimos dos años a raíz de la crisis que vivió Brasil es que muchos de los productores brasileños que estaban volcados al mercado doméstico, al verse este muy deprimido, empezaron a exportar e ir hacia mercados fuera del país con una política muy agresiva”, relata Molinari. Sin haber una crisis en la demanda, la sobreoferta brasileña generó desbalances en la ecuación que terminaron afectando indefectiblemente los precios. “2016 y 2017 fueron años difíciles desde el punto de vista del precio y la demanda, por lo que nosotros tuvimos que hacer un mayor esfuerzo, como el que seguimos haciendo, para tratar de ser lo más competitivos posible en costos, pues los márgenes son muy finos”.

A pesar de la dureza de los últimos años, Molinari ve el futuro con un medido optimismo. “Esperamos que se vuelva a un estado más saludable. Ya hemos visto algunas pequeñas señales de que esto está ocurriendo y son más que bienvenidas. Es muy prematuro decirlo todavía. Hoy la sobreoferta sigue existiendo, pero entendemos y esperamos que, con Brasil mejorando, Estados Unidos teniendo una mejor performance y Europa estabilizándose, ese efecto se vea mitigado”.

CONSTRUYENDO PUENTES
La apuesta es hacer foco en un segmento de contrachapados de mayor valor como el de la mueblería, y aprovechar la flexibilidad comercial que brinda trabajar tanto con pino como con eucalipto

Durante estos vaivenes, México se convirtió en un gran ancla para los paneles de Lumin, donde la marca posee una parte importante del market share local. Para Molinari, esto deja en evidencia algo clave para el futuro del negocio: la imperante necesidad de que el país concrete acuerdos comerciales regionales o bilaterales con otros actores para impulsar la industria local. “El Tratado de Libre Comercio [TLC] que Uruguay tiene con México nos ha servido muchísimo. Nosotros lo podemos decir de primera mano. Ojalá pudiéramos replicar esto en otros lados”. Los mercados más atractivos para el contrachapado serían, sin duda, Europa y Estados Unidos.

Chile –con quien competimos directamente en este rubro– es un claro ejemplo de este modelo. Además de ser muy buenos productores, con gran eficiencia y productos de calidad, al luchar por posicionar sus productos en ciertos mercados, los forestales chilenos tienen una ventaja adicional sobre los nuestros: los beneficios arancelarios. El estar exonerados de impuestos aduaneros hace que sus precios sean más competitivos.

Molinari lo sabe bien: “Los productores chilenos entran hoy a Estados Unidos con cero duty [impuestos] y a Europa lo mismo, gracias a sus tratados de libre comercio. Con eso ya estamos en una disparidad y con una desventaja enorme. Un TLC entre Uruguay y otros países movería la aguja tremendamente”.

NUEVOS HORIZONTES PARA EL NEGOCIO
Con BTG Pactual –y su brazo forestal Timberland Investment Group– a la cabeza de Lumin, el nuevo directorio ha propuesto trabajar en la identificación de oportunidades futuras para el proyecto uruguayo. En palabras de Álvaro Molinari, director ejecutivo de Lumin, esto puede realizarse “ya sea por la vía de lo existente, como expandir la planta que tenemos hoy en Tacuarembó, o por qué no, ver qué otras vías pueden existir en el área industrial. Esas decisiones toman tiempo, pero el interés existe, sobre todo en el crecimiento del área industrial. Todas las opciones están arriba de la mesa. Obviamente, es todavía prematuro y hay que estudiar muy bien las eventuales y potenciales inversiones en todos los aspectos, en particular en lo relacionado a los costos y márgenes posibles”.

Revista Forestal - URUGUAY - 09 junio 2018