ongContradicciones
Organizaciones No Gubernamentales. Lo bueno, lo malo y lo feo

Vamos a tomar un caso concreto para definir el complejo y a veces muy contradictorio papel que las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) juegan en el mundo actual y el papel que pueden jugar en ciertos países, en particular en Perú.Las ONG se han extendido por todo el planeta de manera exponencial. El origen puede ubicarse en la fundación en la iniciativa de filántropo Suizo Jean Henri Dunant y la creación de la Cruz Roja Internacional en Ginebra en 1859.

Fue la reacción ante la masacre de la batalla de Solferino entre franceses y piamonteses. No hay duda que en sus diversas denominaciones la Cruz Roja es el mejor ejemplo de una ONG que ha jugado un papel civilizador, en la más brutal de las actividades humanas: la guerra, las grandes tragedias humanitarias, etc.

Con ese glorioso origen han surgido a lo largos de los años miles de ONG de diverso tipo.

Tres temas han tenido una fuerte influencia en el surgimiento de estas organizaciones supuesta o realmente independientes de los estados, la defensa del medio ambiente, de los derechos humanos y el vasto y complejo tema del desarrollo.

A pesar de definirse a partir de su condición de "No gubernamentales", es notorio que muchas de ellas viven y actúan por el aporte de las agencias nacionales y gubernamentales dedicadas a la ayuda al desarrollo, sobre todo de los países del norte desarrollado y rico.

Esta condición - que es muy importante para el desarrollo de sus actividades - tiene dos caras, por un lado y en muchos casos les permite desplegar valiosas acciones al servicio de sus objetivos y por otro lado genera ciertas dependencias y permite definir ciertas direcciones de su actividad muy complejas y negativas.

A nivel internacional existe también una situación paradójica, si bien mantienen su condición de No gubernamentales, en muchos casos mantienen estrechas relaciones con el ECOSOC de las Naciones Unidas, integrado totalmente por delegaciones gubernamentales y esto, genera también importantes contradicciones.

El balance general de la labor asociativa, de respaldo a temas de gran importancia, sobre todo en los países del sur, es altamente valorado, por ello es más grave, cuando algunas ONG cumplen un rol totalmente diferente. Eso es lo que sucede en Perú, donde una ONG con sede central en Washington DC. Estados Unidos, la EIA, supuestamente encabeza la batalla por la protección de los bosques naturales y en realidad es parte de un engranaje que ha bloqueado el desarrollo de una riqueza fundamental del país, la producción planificada, regulada derivada de la explotación e industrialización forestal.

Algunos datos de referencia. El comercio mundial de los productos forestales superó los 227 mil millones de dólares anuales en exportaciones (Datos FAO del año 2016)

Las exportaciones anuales del Perú, han tenido en la siguiente evolución: en el año 2017 exportó poco más de 200 millones de dólares, y para este año 2018 se espera alcanzar los 120 millones, guarismo inferior al del año pasado, según información brindada por la Asociación de Exportadores (Adex) peruana, al Portal Gestión el pasado viernes 18 de mayo. La misma fuente agrega que Perú tiene las posibilidades intactas de convertirse en una potencia exportadora, pudiendo alcanzar hasta los 3 mil millones de dólares de exportación de productos forestales anualmente, si aprovecha los recursos responsablemente y de forma sostenida, y se tiene un marco legal realmente promotor de la actividad. 

Es notoria la caída de la participación del Perú en este rubro del comercio mundial, sobre todo si se considera que es el segundo país de América Latina, con la mayor superficie de bosques naturales, totalizando casi 74 millones de hectáreas, según datos de la FAO del año 2015.

En este cuadro la conclusión natural debería ser que se ha reducido la desforestación que desde hace décadas sufre este país. Hay que considerar también algunos datos del proceso de desforestación que sufre y sobre todo ha sufrido el mundo a lo largo de muchas décadas, incluso siglos.

Todo lo contrario, la desforestación en Perú en los últimos años han sido de una superficie de 10 millones de há de bosques acumulado, siendo de alrededor de 150 mil ha. anuales, según datos de la FAO del año 2011, generando pérdidas por 66 mil millones de dólares.

En el año 2017 la Amazonía peruana perdió más de 143.000 hectáreas de bosques y los responsables  fueron la minería aurífera ilegal, la agricultura en especial la palma aceitera según la agencia (EFE)

Mientras que Noruega que estuvo una vez a punto de perder casi todos sus bosques. Tras siglos de talas, el país había consumido gran parte de sus recursos naturales, que eran enormes. Hoy, Noruega tiene el triple de madera en los bosques que la que tenía hace 100 años, dice en una crónica publicada por la BBC, Michael Becker. La diferencia fundamental con los países del sur es la explotación planificada y sustentable de su riqueza forestal.

Considerando que algunas ONG se han concentrado en el tema de la supuesta defensa de los bosques naturales del Perú, como un patrimonio medioambiental indiscutible de la Tierra y la humanidad, podríamos concluir que el fracaso de estas organizaciones es notorio, como es notorio el deterioro de la explotación permitida, controlada y planificada por parte del Estado de la producción forestal y por lo tanto de la participación del Perú en un muy prospero mercado mundial. ¿Cómo es posible, como se explica esta contradicción? Menos producción, menos explotación forestal y aumento de la deforestación.

¿Errores en los métodos y en los mensajes de estas ONG y del gobierno del Perú o algo mucho más complejo, el juego de intereses globales de los grandes países productores de madera y sus derivados que quieren frenar la irrupción de este país y de otros de la región en el comercio mundial forestal?

En un reportaje a la directora para el Perú de EIA Julia Urrunaga hay tres cosas que llaman poderosamente la atención, la superficialidad de la preguntas del periodista que nunca profundiza en los temas, al contrario y el poco conocimiento del tema; en segundo lugar que una persona que se ocupa de ese tema, como la directora para EIA no conozca el valor de exportación de productos forestales en Perú en el último año, escudándose en que se ocupan de temas cualitativos y en tercer lugar, el colmo, que en el reportaje amenace al país con la aplicación de las cláusulas del Tratado de Libre Comercio por parte de los EE.UU. uno de los principales actores comerciales del mercado de los bienes forestales, junto con Canadá y los países nórdicos de Europa.

En el reportaje se está presentando el libro "La máquina lavadora" y se puede ver completo en https://www.youtube.com/watch?v=Zq_pMCA5LSU

Durante la visita a Perú de un periodista de UYPRESS, especializado en el Informativo Forestal, intentó realizar una entrevista a la ONG EIA, sin ningún resultado.

Es por ello que en esta primera nota vamos a formular públicamente algunas preguntas que remitiremos a las autoridades nacionales e internacionales de EIA en Lima y en Washington DC.

¿Quiénes son las autoridades a nivel mundial y en el Perú de EIA?

¿Cuáles son las fuentes de financiación de esa ONG?

¿Cómo explican la contradicción que la exportación legal de madera peruana ha tenido en los últimos años una caída sostenida y sin embargo el proceso de deforestación crece en forma permanente?

¿No creen que una legislación y sobre todo una práctica mucho más enérgica y planificada del gobierno peruano y las diversas oficinas estatales dedicadas al control de las explotaciones forestales le permitiría al país explotar en forma planificada, controlada y moderna una parte adecuada de su riqueza forestal que permita su reposición natural y que eso tendría un alto y beneficioso impacto a nivel económico, productivo y social en el Perú?

¿No consideran que con los recursos obtenidos por el Estado peruano por ese proceso de explotación, similar al que se aplica en países de gran trayectoria en la producción maderera, permitiría invertir en un sistema de control georreferenciado de toda la riqueza forestal del país y en obras de infraestructura adecuadas y en servicios sociales?

¿En lugar de hacer lo posible y lo imposible para paralizar la producción forestal peruana, no considera que deberían invertirse esfuerzos y tecnologías plenamente disponibles hoy para regularla adecuadamente y de esa manera evitar la "Maquina lavadora".

¿Si su preocupación es la deforestación sistemática que sufre el Perú desde hace años, como es que no han considerado dos factores fundamentales para cualquiera que conozca las diferentes zonas del país relacionadas con fuerte presencia de bosques naturales, la agricultura migratoria y depredadora en pequeña escala que liquida los suelos y el cultivo de la coca? Cualquiera que tenga una mínima relación con este tema sabe perfectamente del papel extremadamente negativo de estos dos factores, que no se resuelven con represión, sino con el desarrollo de oportunidades para las poblaciones.

¿No le parece poco prudente amenazar al Perú de recurrir a una cláusula del Tratado de Libre con los Estados Unidos para imponerle al Perú mayores limitaciones en su producción forestal?

De las respuestas a estas preguntas, podremos disipar las dudas sobre una sospecha que ha crecido en diversos ambientes de este país, y es que existe una persistente acción para impedir que un potencial gran jugador en el mercado mundial de la producción forestal, siga sumido en una paralización para no afectar los intereses de los grandes países productores, considerando las ventajas naturales de nuestros bosques de su capacidad de regeneración natural y de crecimiento y la calidad de nuestras maderas.

¿Cómo explica que por ejemplo Uruguay con aproximadamente un millón de hectáreas de bosques, exporte en la actualidad algo más de 1.327 millones de dólares anuales de productos forestales (según datos aportados por Uruguay XXI, publicados en El Observador, en abril de 2018) y Perú con casi 74 millones de hectáreas exporte la ridícula suma de 200 millones de dólares en el año 2017? ¿Ustedes no tienen nada que ver?

O que Finlandia, un país con una sólida tradición en la producción forestal con una superficie de casi 27 millones de hectáreas, (según datos oficiales del país nórdico), que por razones geográficas y de su posición geográfica tiene ritmos mucho más lentos de crecimiento de sus bosques, participe en la actualidad con el 6% del total mundial de madera aserrada y el 9% de  papel y cartón (FAO) y lejos de reducir la extensión de sus bosques, estos crecen en superficie. De los países nórdicos, Finlandia es el que tiene más bosques por habitante, 4.6 ha. En Suecia es de 2.9 ha/hab., en Noruega 1.6 y en Dinamarca solamente 0.08. El sector forestal participa con 4% del producto nacional bruto, siendo la cifra más alta en toda Europa. Este sector representa 20% de las exportaciones totales de Finlandia (55.1 mil millones)

Es llamativo que en todo su libro sobre La Máquina lavadora, la preocupación por un desarrollo planificado, serio, controlado y sustentable de la explotación forestal en el Perú prácticamente no está presente y la casi obsesiva preocupación es paralizar al máximo la producción de madera en el Perú.

Son algunas primeras preguntas.

UY-PRESS -  Montevideo -  URUGUAY - 22 mayo 2018