LUSSICH NICOLASUruguay con saldo comercial récord: ¿y el atraso cambiario?

Estamos cosechando lo bueno que se hizo en años previos, pero no podemos olvidarnos de seguir sembrando para el futuro.

Por Nicolás Lussich
La economía uruguaya está exhibiendo un hecho extraordinario: el superávit comercial registrado en 2017 fue de casi 3.000 millones de dólares, un récord histórico tanto medido en dólares corrientes como en relación al PBI (casi 5%).

¿Qué ha sucedido? Entre 2012 y 2014, tanto importaciones como exportaciones estaban en niveles récord: los altos precios valorizaban las ventas y las inversiones a todo nivel implicaban cuantiosas compras de bienes de capital importados, además de insumos y bienes de consumo.

 Eso cambió a partir de 2015. Las inversiones se retrajeron y con eso las importaciones de bienes de capital. A su vez, los precios internacionales de los productos de exportación bajaron, lo que redujo la cuenta exportadora. Así, hay una caída en los montos del comercio exterior, tanto en compras como en ventas.

Sin embargo, en los últimos 2 años el saldo se ha vuelto notoriamente favorable, porque mientras la caída en importaciones de bienes de capital fue drástica, las exportaciones –luego de bajar- lograron sostenerse e incluso crecer. Esto es consecuencia de las inversiones previas, realizadas durante el ciclo de fuerte expansión que transcurrió el país (2006 y 2014): se invirtió fuerte en el agro, la energía, el turismo, la industria, el comercio. Esto permitió producir y exportar más, y también reducir importaciones, caso del rubro energético. A modo de ejemplo: la construcción de las 2 plantas de celulosa permite hoy ingresos adicionales por casi U$S 1.000 millones anuales; la expansión de la capacidad hotelera –entre otros factores- permite mayores ingresos por turismo; las inversiones industriales permitieron la expansión exportadora de varios negocios, a pesar de las dificultades de competitividad; la inversión en parques eólicos ha reducido la dependencia del petróleo para abastecer la red eléctrica Además, el clima jugó a favor por varios años (hasta ahora). La excepcional cosecha sojera elevó las ventas en 2017, pero este año el principal cultivo de exportación viene muy mal. Por eso, pese al auspicioso arranque de las exportaciones en 2018 (con un aumento de 17% en el primer trimestre), los siguientes meses serán diferentes.

En síntesis: estamos cosechando lo bueno que se hizo en años previos, pero no podemos olvidarnos de seguir sembrando para el futuro. Se ha planteado que el contundente saldo comercial favorable desmiente que exista un “atraso cambiario” (dólar bajo). De ser así, continúa el planteo, no habría tanto éxito en las exportaciones de bienes y servicios. Sin embargo, el razonamiento merece profundizarse: el éxito comercial actual es consecuencia de virtudes propias y condiciones externas favorables, ambas concretadas en años previos. Eso ya pasó y lo que ahora enfrentamos es un escenario externo menos favorable y una economía con dificultades de costos. Si la región mejora, seguramente captaremos parte del envión, pero no alcanza sólo con los vecinos: tendremos que poner lo nuestro.

SUBRAYADO . Montevideo - URUGUAY - 03 abril 2018SUBRAYADO  .  Montevideo - URUGUAY -   03 abril 2018