barcacion maderaCorporación Industrial Forestal: Un ejemplo de las malas políticas implementadas por Osinfor y el Estado peruano

IQUITOS (Uypress/José W. Legaspi)- La Corporación Industrial Forestal fue una de las principales industrias, de Loreto, dedicadas a la transformación, comercialización y exportación de madera.

Algunas fotos testimonian el trabajo, desarrollado por la empresa, cuando disponía del producto, extraído del monte de manera legal, con todas las autorizaciones correspondientes. Hasta puerto y embarcaciones propias tenía para su comercialización.

 

Tres turnos diarios de 8 horas, ocupaban a casi 250 obreros y administrativos, en su planta. Esta fue su realidad hasta noviembre de 2015. 

Hoy su realidad es muy distinta. Visitamos la planta, abandonada, y filmamos su estado, para dar testimonio de la situación que vive toda la industria maderera en Loreto.

En esta parte que nos ubicamos, al borde del río, el proceso estaba mecanizado. Se iniciaba la operativa en el puerto, que ahora se ve abandonado, que estaba abarrotado de rolos de madera, y las embarcaciones, que ahora no se ven y eran propiedad del establecimiento, se vendieron o se entregaron a los proveedores como forma de pago por las deudas acarreadas.

La madera ingresaba por el sector de entrada, donde había un guinche que la depositaba en la cinta transportadora, y desde allí se iniciaba el proceso de transformación primario de los troncos o rolos. Observesé en las condiciones de abandono que está toda el área.

 Actualmente habría que invertir para reactivar el proceso. Se podría decir, que, tanto esta empresa como el resto de las que se establecieron en Loreto, hoy están en "estado de coma", conectados a un "respirador artificial", porque apenas están sobreviviendo. Administrativos, trabajadores, inversionistas están deprimidos y apenados, porque no saben qué será del futuro de sus familias. Aguardan que surja alguna solución, esperan que nuestra visita les pueda brindar una luz, una esperanza, de que se solucione su situación.

Consideran que, hasta el momento, solamente se han realizado acciones en contra, no para encontrar soluciones, o acompañar o promover la inversión. Y eso es lo que realmente necesitan.

En este emprendimiento, trabajaban 15 administrativos, de los cuales quedan solamente 2, un contador y un encargado.

En los tres turnos trabajaban 235 obreros, contando con el personal que desplegaban en los campamentos de extracción, para verificar que la madera fuera de procedencia legal. Hoy, de todos esos obreros quedan solamente 20, incluidos aquellos encargados de realizar las rondas de seguridad en el perímetro de la planta, que se nota a través de las imágenes que es bastante grande, de unas 14 hectáreas. Hay mucha maquinaria abandonada y están expuestos a un robo, cosa que ha sucedido, y no pueden permitir que se pierda lo poco que les queda.

El carro que se ve en el video 3, carga el tronco, hasta la primera base, donde lo corta, y las tablas caen en la cinta, que las transporta, hasta la "canteadora" dónde se realiza el trabajo del canto de las mismas. Paralelamente una aserradora corta y recupera los corazones, el centro del tronco, para su posterior utilización.

Luego de la "canteadora", las tablas siguen por la cinta, hasta la zona de despunte, donde 10 motores, que cortan el tamaño de las tablas del largo que lo solicite el cliente, o para lograr el mayor aprovechamiento, según la calidad de la madera. Los desperdicios de la madera, los restos que van quedando, caen, a su vez a recipientes para su posterior utilización como leña. 

Cuando es madera "suave", y necesita ser preservada, después del despunte pasa a una tina para el proceso de "curado", cuando los tablones caen en la misma, llena con un producto especial que la protegerá, la "curará", contra polillas y otras plagas que suelen atacarla. Una vez bañada la madera, los tablones pasan a unas fajas donde termina el proceso de estiva, donde se arman los paquetes, según el tamaño, la calidad y la cantidad adecuada para, posteriormente, ingresar a los hornos o cámaras de secado.

Al final de la madera apilada, se puede ver un centro de atención o primeros auxilios, para cualquier emergencia que pudieran sufrir los trabajadores de la planta.

Caminamos unos metros más, después de descender del recorrido de la cinta y las tinas, y nos dirigimos hacia las cámaras de secado. Una de 23 mil pies, dos de 50 mil pies cada una, y dos de 10 mil pies, que están sin uso desde que dejaron de producir. 

Finalmente, transitamos por lo que llaman el área de transformación secundaria, lo que es el producto terminado, una zona despejada dónde se acumula la madera, ya empaquetada para su destino final, la comercialización.

Es importante saber que hay pocas empresas en Loreto, como esta que visitamos, Corporación Industrial Forestal, que recuperan la madera casi al 100 por ciento, para hacer tableros, o con el aserrín hacer rolos de leña ecológica, etc. La mayoría de las empresas del sector le dan la transformación primaria, es decir, aserrado y secado, y luego lo venden al mercado local o lo exportan. Lo que les sobra lo comercializan directamente como leña, sin aprovecharlo como hacía esta industria, u otras, que llegaban a la confección, incluso, de muebles.

La empresa, actualmente, se está planteando "una alianza" con otra que posee concesión maderera, y un comprador, para tratar de mantener abierto el emprendimiento. También está valorando otros emprendimientos, investigando la posibilidad de invertir en otro sector. De no llegarse a este acuerdo, Corporación Industrial forestal no tendrá más remedio que cerrar definitivamente

Sin embargo, todavía creen en la viabilidad del negocio, pese a las trabas y dificultades impuestas desde el Estado peruano, desde Osinfor, que, como ya explicamos en notas anteriores no fomenta la inversión, ni la explotación responsable del monte nativo.

A tal punto llega la desidia o franco desinterés del Estado peruano, que, tratando de sobrevivir, la industria forestal ha tratado de volcar sus productos al mercado interno. Pues bien, una vez demostrado el interés, el estado "se ha preocupado" en desestimular el uso de la madera en la construcción (cambiando los proyectos destinados a generar nuevas viviendas) o la mueblería por otro tipo de producto, lo que cierra las puertas a la producción nacional.

Para muestra de ese desinterés estatal alcanza con mencionar la importación de pino chileno, por ejemplo, que ha aumentado en los últimos años.

Estos emprendimientos forestales, solicitan al Estado que promueva la industria, y éste, por sus compromisos con "los países poderosos" madereros, del norte, (que son, además, sus principales competidores) les cierra las puertas. Es incomprensible, pero al Perú parece que no le interesa invertir en la promoción de la industria maderera, la misma industria que daba trabajo a miles de familias de Loreto, que hoy ve reducida la fuente laboral por los cierres de las plantas o la reducción de personal por falta de incentivos al negocio. Y al respecto, tiene responsabilidad la OSINFOR, con los controles "a posteriori" de la tala, y no antes, como lo indicaría el sentido común.

Vale la pena recordar que este ente regulador, Osinfor, que se financia de recursos públicos, pero también de privados, nacionales o internacionales, tiene un presupuesto anual de aproximadamente U$S 5 millones, y Perú ha recibido, de EEUU y Suecia, por citar dos de sus más grandes competidores en el negocio de la madera, U$S 97 millones y U$S 300 millones, supuestamente para "ayudar" a controlar la deforestación.

¿En qué se utilizaron esos "donativos" que superan, y mucho, el presupuesto del ente encargado de fiscalizar la utilización del recurso natural?

Se dice, por ejemplo, que desde la Amazonia peruana se exporta el 80 % de la madera ilegal, y se afirma, basándose en estadísticas, que de Loreto (amazonia peruana) ha salido el 4 %. ¿Dónde está el 76 % que falta? ¿Es posible que todo esto no sea más que una política "diseñada para no competir" con EEUU? ¿Qué hace la Osinfor al respecto, que recibe tanto dinero para fiscalizar, y de hecho no lo hace? ¿Qué papel juegan algunas ONG instaladas en la zona?  

Al respecto, tanto en Lima, como en Iquitos, TODOS los entrevistados coincidieron en marcar a la corrupción como el tema que subyace en las políticas del Estado sobre la industria forestal, en particular, y la actividad económica en general.

Sería bueno, que el Estado y el gobierno peruano definan, claramente, si quieren explotar de manera sostenible y renovable, su riqueza maderera, o, por el contrario, si su política es no competir con los poderosos del norte. Asumir los compromisos con su pueblo o con los países (EEUU, Suecia, Canadá, Finlandia y Noruega) que le pagan para que no fomente ni desarrolle una industria que les quitaría mercados.  

Para el gobierno peruano, vaya uno a saber con qué intención, la industria forestal se ha convertido en "el malo de la película", achacándole la responsabilidad de la presunta deforestación del monte amazónico, a sabiendas de que esa misma industria es la que exige se invierta, de una buena vez, en implementar la trazabilidad del monte, como una manera de protegerlo y renovarlo, a partir de una tala, organizada y responsable.

La misma que realizan los principales productores de madera del mundo, EEUU, Suecia, Canadá, Finlandia y Noruega. Sus directos competidores.

UY.PRESS -  Montevideo -  URUGUAY -  23 diciembre 2017