Industria foresEl sector forestal genera el 4% del PIB

La actividad cumple 30 años de desarrollo sostenido: con 25 mil puestos de trabajo, genera el 17,5% de las exportaciones, por más de US$ 1.500 millones.

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La cadena forestal aportó en 2016 casi 280 millones de dólares por impuestos.

El sector forestal genera cerca del 4% del PIB nacional, alcanza el 17,5% del total de exportaciones y mantiene 25 mil puestos de trabajo, según un estudio elaborado con motivo de los 30 años de la aprobación de la Ley 15.939, conocida como Ley Forestal.

En 2016, sus exportaciones superaron los 1.500 millones de dólares, que lo colocan en segundo lugar, solo detrás de los productos cárnicos.
Las cifras, que revelan los resultados obtenidos en estos 30 años de desarrollo sostenible, están contenidas en el estudio “Contribución de la cadena forestal a la economía uruguaya”, elaborado por la consultora CPA Ferrere y presentado días atrás por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y la Sociedad de Productores Forestales. El presidente de la Sociedad, Ing. Agr. Carlos Faroppa, y el ministro Ing. Agr. Tabaré Aguerre fueron los oradores del acto de presentación, realizado días atrás en la Sala de Conferencias del Hotel Radisson.

El informe permitió profundizar sobre uno de los sectores más dinámicos de la economía y los impactos de una política de Estado que contribuyó a la diversificación de la matriz productiva, la captación de inversiones y la generación de empleo calificado en el interior.

Faroppa explicó que el objetivo del estudio era actualizar la información disponible y resaltó la importancia de hacerlo en el marco del aniversario de la aprobación de la ley, “el pilar fundamental para el desarrollo del sector” según la definió.

“El consenso alcanzado en la década de los 80 para impulsar un nuevo sector productivo, la aprobación unánime del marco legal, nuestras ventajas naturales para la producción forestal, las condiciones del mercado internacional, la institucionalidad y la estabilidad política y social del país fueron factores determinantes del éxito alcanzado”, dijo.

“El mantenimiento de las reglas de juego a lo largo del tiempo fue transformando la política forestal en lo que es hoy, una política de Estado, un ejemplo de política de Estado, sostenida en el tiempo”, enfatizó Faroppa.
El ministro Aguerre coincidió con esa visión y afirmó: “No cabe duda de que se trata de una política de Estado, que es una actividad que se basa en una política de Estado que ha definido la utilización de los recursos naturales con criterio de capacidad de uso, y que se enfrentó con éxito a las exigencias de la certificación internacional”.

“Me parece muy interesante que una ley de 1987, de una época en que no se hablaba de sostenibilidad, haya tenido capacidad de adaptarse a las nuevas necesidades de desarrollo. Somos un país estructuralmente caro y con desafíos importantes en materia de productividad, sobre todo del trabajo, y con exigentes estándares ambientales; y la forestación nos da un ejemplo y varias lecciones que aprender sobre desarrollo sostenible y manejo responsable de recursos”, agregó el ministro.

Por su parte, Faroppa anticipó que el sector “continuará creciendo”, aunque advirtió que no está exento de desafíos y amenazas. “Queda mucho por hacer y el marco general de referencia ha cambiado —comentó—. La creciente implementación de criterios restrictivos a la actividad, tanto a nivel nacional como departamental, está dificultando la continuidad de su crecimiento, fundamentalmente para los productores de menor tamaño. Esperamos reencontrarnos con el mismo impulso y condiciones para proyectarnos dentro de 30 años”.

El sector forestal, dijo, “ha sido un verdadero impulsor de inversiones medianas y grandes”. “Esto ha sido un factor de impulso a la economía, ya que ha tenido un carácter fundamentalmente anticíclico en la inversión. Esto ha permitido que en procesos de recesión aparecieran las inversiones de gran porte, que han sido faros o factores atractivos para el desarrollo de otras inversiones en otras áreas agrícolas, industriales y de construcción”, subrayó.

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El desarrollo se apoya en una política de Estado sostenida a través del tiempo.

Presente y perspectivas
La presentación de los principales resultados del estudio estuvo a cargo del Ec. senior de la consultora CPA Ferrere, Alfonso Capurro, quien estimó que en Uruguay hay actualmente alrededor de 800 mil hectáreas plantadas y los niveles de extracción de madera superan por poco los 14 millones de metros cúbicos, considerando su destino para pulpa, aserrío, combustible y otros usos.

De sostenerse el crecimiento en la productividad, en la próxima década los niveles de extracción podrían superar los 25 millones de metros cúbicos.
Capurro afirmó que Uruguay no tiene hoy capacidad industrial para absorber esa cantidad de madera, por lo que para generar valor agregado adicional son necesarias más inversiones a nivel industrial que acompañen el crecimiento de la masa forestal.

En 2016 las exportaciones del sector forestal alcanzaron 1.534 millones de dólares, incluyendo las colocaciones de celulosa, madera y productos de madera, y papel y cartón. Esa cifra representó el 17.5% del total de las exportaciones de bienes, y la colocó como la segunda cadena productiva en importancia detrás de la cárnica.

Ese año, la cadena forestal generó el 3.6% del PIB nacional, y dos tercios de ese valor están directamente asociados al valor agregado generado por la cadena de producción de pulpa de celulosa.

Las estimaciones realizadas por CPA Ferrere dan cuenta de que entre puestos directos, indirectos e inducidos, el sector genera, al menos, 25 mil puestos de trabajo. Capurro analizó también que al menos el 50% de esas fuentes de empleo son generadas por contratistas y proveedores de empresas forestales. Según cifras presentadas en el marco de este estudio, la cadena forestal involucra 1.750 empresas, y un 93% de ellas son micro y pequeñas empresas.

Con relación a la contribución impositiva del sector, Capurro se detuvo en el hecho de que desde la aprobación de la ley forestal este aspecto ha variado, por lo que ya no existen subsidios asociados a la producción forestal y las exoneraciones concedidas ya no son generalizadas sino que responden a proyectos puntuales. En 2016 la cadena forestal aportó casi 280 millones de dólares por impuestos. El 80% de los tributos en el proceso productivo son generados en forma directa o indirecta a través de contratistas.

El expositor destacó también que la cadena forestal permite un mejor aprovechamiento del recurso tierra ya que el empleo, el valor agregado y las exportaciones del sector expresado por hectárea son superiores al de usos alternativos de la tierra.

Finalmente, Capurro expresó que la contribución económica del sector aumentará en los próximos años, ya que la extracción de madera en 2016 es menor que la cosecha potencial asociada a las 800.000 hectáreas plantadas en la actualidad.

Diario EL PAIS - Montevideo - URUGUAY - 18 diciembre 2017