centenario 1Esperanza en UPM

Los vecinos ven en la instalación de la pastera una oportunidad para “salir del pozo” y generar empleos, aunque ya piensan en los problemas que dejará la obra

Lorena Mayatwitter

Luis Alberto Fuentes todavía evalúa, pero sabe que tiene que hacer algo. Es jubilado, su esposa también, y en sus conversaciones, desde hace un año y medio, se han sumado tres letras que invaden también por estas horas a otros tantos habitantes de la ciudad de Paso de los Toros: UPM. “Estamos tirando algunas ideas”, confiesa Fuentes. Seguramente invierta en el ramo comercial, tal vez sea un local de comidas. “Supuestamente eso hay poco en el pueblo”, dice. Nada está definido, pero todos quieren aprovechar el boom económico que supondría para ese poblado olvidado en el centro del país la llegada de una gran industria. La instalación de la pastera es la esperanza para salir del pozo.

La primera noticia llegó en julio de 2016, cuando el gobierno anunció la intención de que la segunda planta de la finlandesa –la mayor inversión en la historia del país– estuviera ubicada en un radio de 25 kilómetros entre el río Negro y la ruta 5. Y el pueblo la tomó con “gran alegría”, aseguró a El Observador el alcalde de la localidad, Juan José López. Un sentimiento que se avivó con la firma del acuerdo el pasado 7 de noviembre.

Desde entonces, y aunque se ha intentado bajar las ansiedades para que la llegada de la pastera no sea otro “baño del papa” (por la película uruguaya que mostraba la expectativa que generó en Cerro Largo la vista del papa Juan Pablo II en 1998, que estuvo solo unas horas), vecinos y comerciantes han empezado a pensar proyectos y realizar obras para albergar a los cerca de 8.000 trabajadores que se espera llegarán en unos dos años para construir la planta.

“El vecino ha ido arreglando su casa, haciendo una habitación en el fondo, pensando que pueda ser alquilada para los trabajadores”, explicó el alcalde. Otros piensan en mudarse con familiares o a pueblos cercanos y dejar su casa para alquilar.

Lo mismo pasa con los comercios. No hace falta caminar más de una cuadra desde el municipio para encontrar una galería de locales que, recién estrenada, espera para ser alquilada.

“Mi expectativa para UPM es de brazos abiertos, totalmente”, aseguró por su parte Alejandro Aizpun, dueño de una barraca y de una posada con 13 cabañas. Aizpun es miembro de un grupo de barraqueros que importan materiales y ya está en consultas con sus colegas de Fray Bentos para saber qué requerimientos puede tener UPM. Su idea es además que su posada pueda convertirse en un barrio privado para los trabajadores y proyecta también invertir US$ 4 millones en un hotel con 70 plazas, SPA, restaurante y sala de eventos en Pueblo Centenario, Durazno, en donde desemboca la cabecera del puente que cruza el río Negro desde Paso de los Toros y es, además, la zona habitada más cercana a donde estará la planta. Ya cuenta con el terreno, con el dinero y con los planos, aunque pretende reunirse con los representantes de la finlandesa para ajustarlos a sus necesidades, dijo.

La expectativa es de toda la ciudad, afirmó. “Esta empresa nos va a dar eso que Paso de los Toros necesita”. Un momento de “esplendor económico” que para muchos va a hacer la diferencia.

Al igual que Aizpun, son muchos los inversores que han hecho consultas para comprar terrenos, poner los suyos a la venta o alquilar locales. Están haciendo un paneo y esperan el momento justo para arriesgar. También hay quienes comenzaron a arreglar sus casas y hubo una suba en los precios de los alquileres. “Vecinos que no saben qué van a hacer, toman la decisión de hacer apartamentitos”, señaló Noelia de los Santos, dueña de la inmobiliaria Inti. “La gente está queriendo acompañar el proceso o estar preparado para ese cambio que va a haber”, comentó.

Paso de los Toros espera salir de la quietud con las obras de infraestructura necesarias para concretar la inversión que, entre otras cosas, promete revivir el tren y poner en circulación a los vagones vacíos que hoy forman parte del centro de la ciudad y reflejan su decadencia. “La esperanza está sobre todo en lo laboral”, agregó De los Santos.

Ese es, según el presidente Tabaré Vázquez, uno de los principales motivos para promover la planta. “Hemos trabajado muy fuerte para ver si logramos la instalación de una tercera planta de producción de pasta de celulosa. ¿Porque nos guste la pasta de celulosa? No, porque genera puestos de trabajo”, expresó días atrás.

Trabajo: de las buenas
Un cartel colgado en un árbol del centro de la ciudad indicaba que una mujer de 37 años buscaba “urgente laburo”.

“Niñera, doméstica, dama acompañante, almacén, etc.”, decía, y daba indicaciones para encontrarla en la puerta marrón, ubicada en la calle Aparicio Saravia. Andrea Garay colocó el anuncio esperando que alguien pudiera ayudarla. Según contó a El Observador vive de changas; desde hace un mes trabaja solo una vez por semana y colocó una cuerda con ropa a la venta en el frente de su casa para ganar algún peso extra, pero confiesa que no le da para nada. “Acá en Paso de los Toros no hay trabajo, sinceramente no hay. De cien buscando trabajo, encuentran tres. Yo no me animo a irme sino ya me hubiera ido. Si acá no hay nada”, se quejó. Si bien no sabe mucho qué hará en su pueblo la empresa finlandesa, la gente le dice que cuando llegue UPM va a tener una oportunidad.

Relegado entre “dos potencias” como Durazno y Tacuarembó, Paso de los Toros quedó postergada durante 40 años, y “siempre fue un pozo”, explicó De los Santos.

Con 13.232 habitantes, Paso de los Toros tiene según el censo de 2011, “una situación desfavorable respecto al promedio departamental” y nacional en el mercado laboral y su tasa de desempleo es del 8%. Lo que se refleja, aseguró López, en que el municipio atiende entre 30 y 40 personas por día, de las cuales 80% va a pedir trabajo.

Sin grandes inversiones, la ciudad “se ha venido abajo”, comentó el alcalde y “la gente necesita trabajo”. La mayoría de los pobladores son empleados públicos y los salarios no sobrepasan los $ 15 mil. Así, de concretarse la inversión de UPM, daría a la ciudad “una solución tremenda”.

Paso de los Toros se aferra en ese sentido al antecedente de Fray Bentos. Según Omar Lafluf, diputado y exintendente de Río Negro –donde se instaló la primera planta de UPM–, la cadena de valor de la pastera generó allí unos 7.000 puestos de trabajo –560 directos–, y una masa salarial de US$ 183 millones. Para una ciudad de 24 mil habitantes, 500 puestos es “una multitud”, indicó Lafluf. “¿Qué nos dejó Botnia (hoy UPM)? Yo digo que mucho; soy de los que creo que Fray Bentos es otro”, agregó.

Es por eso que el alcalde está enojado con las críticas del Partido Nacional, su fuerza política, contra el proyecto. “Una cosa es gritar en el semicírculo de diputados y senadores y otra cosa es ver la necesidad del Uruguay profundo”, criticó.

Seguridad: de las otras
Si bien para los isabelinos, como se llama a los habitantes de Paso de los Toros, la llegada de la planta de celulosa será como ganar el cinco de oro, la experiencia previa dice que no todo es color de rosa. “El miedo mío es el posobra”, reconoció el alcalde, que prevé que luego de la construcción de la planta quede un remanente de personas “de regalo”, a la que deberá dar soluciones. Lafluf reconoció que ese fue uno de los problemas sociales que dejó la planta de Fray Bentos. Señaló que quedaron también “muchas madres solteras”.

En 10 años, Paso de los Toros será para Noelia de los Santos “mucho más inestable” y la tranquilidad será parte de lo que tendrán que sacrificar. Lo que más preocupa a autoridades y vecinos es la seguridad. Con miles de nuevos habitantes, saben que el no tener rejas, y dejar el auto o la casa abierta ya no será una opción. También prevén problemas en el tránsito, un aumento del consumo de alcohol y de la prostitución. “Se van a ir de las manos muchas cosas”, dijo el alcalde. Según Lafluf, la violencia no fue un problema en Fray Bentos, aunque reconoció que el Ministerio del Interior reforzó la seguridad.

Ante la inversión, “todos los problemas son solucionables”, dijo Lafluf, con lo que coincidió el alcalde de Paso de los Toros: “Tenemos la oportunidad y hay que aprovecharla”.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 18 noviembre 2017