upm.nuevaAvance hacia la planta de UPM

El acuerdo laboral marco despeja la duda principal que, junto con las obras de infraestructura, persistía en UPM para decidir la construcción de una nueva planta de celulosa en el centro del país. Se espera ahora que este avance acerque la confirmación por la empresa finlandesa de una obra que el gobierno aguarda con ansiedad, no solo por su fuerte impacto en el crecimiento económico sino también por la esperanza de que una buena noticia disipe en algo el impacto negativo que sus muchas tribulaciones crean en la población. El documento firmado por el sector sindical, UPM y el gobierno en la residencia presidencial no le da a la empresa la reclamada garantía imposible de permanente paz laboral. Pero condiciona los conflictos al compromiso sindical de agotar “todas las instancias de conciliación y mediación previstas” detalladamente en el texto, que también precisa todos los aspectos de las condiciones de trabajo.

La esencia del acuerdo es que si UPM cumple sin desvíos con los requisitos establecidos sobre contratación y capacitación de personal, su seguridad y otros muchos aspectos, los sindicatos no harán paros. El riesgo, sin embargo, siempre existe ya que son varios los sindicatos que estarán involucrados en las eventuales obras de construcción, bastando la disconformidad de uno para crear un clima de conflicto. El texto finalmente firmado, resultado de largos meses de negociaciones entre todas las partes, representa el punto hasta donde se pudo llegar para conciliar la exigencia de UPM de una garantía firme de paz sindical y la negativa del PIT-CNT a concederla de manera incondicional.

La definición de los puntos pendientes ha postergado el anuncio del acuerdo definitivo, que el presidente Tabaré Vázquez había previsto públicamente para hace varias semanas. Además del marco laboral y las condiciones en que operará la zona franca donde se instalaría la planta, está también el tema de las decisivas obras de infraestructura a que se compromete el gobierno como contrapartida a la inversión de UPM. Esas obras incluyen restablecer un sistema ferroviario medianamente eficiente y trabajos complementarios en el puerto de Montevideo. Pero se han visto demoradas por las dificultades gubernamentales de financiación.

De todo modos, el documento suscrito el martes en la residencia de Suárez y Reyes, con asistencia de Vázquez, parece acercar el momento en que quede asegurada la inversión sin precedentes de US$ 4.000 millones en la segunda planta de UPM y tercera en el país. Si así ocurre, se obtendrá el valioso resultado de generar empleos y mayor actividad económica. Pero además el gobierno podrá mostrar un logro con el cual espera relegar a un segundo plano en la atención pública un cúmulo de problemas que asedian la credibilidad y eficacia de la estructura estatal y le generan al gobierno pérdida de popularidad. Incluye, entre otros y además del descontento por los ajustes fiscales, las debilidades asistenciales y las irregularidades en ASSE, los coletazos del caso Sendic, la investigación de la Justicia penal sobre ANCAP y el fiasco de la marihuana por incompetencia e imprevisión de los gestores de su legalización. Entre tanta cosa, lo de UPM será una buena noticia si se confirma.

Diario EL OBSERVADOR -  Montevideo -  URUGUAY -  15 setiembre 2017