botnia amanecerMejora dependiente de UPM

Es alentador que las instituciones y economistas privados que El Observador consulta mensualmente anticipen en promedio un mejorado crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,2% para el año próximo. Pero el cumplimiento del pronóstico depende de que finalmente se construya la nueva planta de celulosa de UPM, actualmente en proceso de negociación pero lejos de su confirmación definitiva.

La concreción de las previsiones de crecimiento y de cierto control de la inflación y del déficit fiscal, por otra parte, requerirán también el ejercicio efectivo de disciplina en el gasto público. Pese a que el ministro de Economía, Danilo Aston, la promete una y otra vez, esta necesidad ineludible pende de un hilo por las exigencias de sectores del Frente Amplio y proyectos del propio gobierno de incrementar recursos para sectores improductivos en los cambios presupuestaos en la venidera Rendición de Cuentas.

Las 11 instituciones de primera línea, bancos y economistas privados que respondieron a las consultas de este diario estimaron que el PIB crecerá 2,2% en 2018, casi un punto sobre el 1,4% previsto para este año. En materia de inversión anticiparon un salto del 1,1% en 2017 al 7,6% el año próximo, determinado obviamente por la presunción de que UPM instalará en Uruguay la tercera planta de celulosa del país. Tanto el crecimiento del PIB como de la inversión -y consecuentemente del empleo y el consumo interno- se producirían no solo por la construcción de la planta sino por las vastas obras complementarias de infraestructura que se necesitarán. Incluyen el completo restablecimiento del desvaído sistema ferroviario y obras viales, de tránsito de los trenes a través de varias ciudades y de acceso al punto de exportación en el puerto de Montevideo.

Estas obras demandarán más de US$ 1.000 millones, que el gobierno busca afanosamente entre inversores extranjeros cuya participación todavía sigue siendo un misterio público. UPM ha condicionado su decisión final a que las obras de infraestructura estén aseguradas, así como a garantías de alguna forma de paz laboral. Levantará la planta al norte del río Negro solo si sus requisitos son atendidos, lo que abre un signo de interrogación sobre las previsiones de mejoras económicas en 2018 ya que están atadas a lo que finalmente resuelva la empresa finlandesa.

El promedio de respuestas a la encuesta de El Observador, realizada entre el 22 y 24 de febrero, anticipa también para 2018 una tenue pero aún insuficiente reducción del déficit fiscal, con cierre anual de 3,4% del PIB, y una inflación controlada, algo por encima del 8% y lejos todavía de las ya olvidadas metas que había prometido el gobierno. De todos modos, después de un 2017 parecido al pobre año anterior, las cosas pueden tener mejor aspecto el año próximo si UPM finalmente aterriza con su nueva planta y si el gobierno muestra probidad y sensatez en la Rendición de Cuentas. Quienes pugnan por gastar mal y de más deben tener en cuenta que las perspectivas de mejoras son recién para el año próximo, lo que convertiría en irresponsable desatino económico empezar a gastar a cuenta cuando los ingresos futuros ni siquiera están asegurados. •


Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 04 MARZO 2017