fanapel.cierreFanapel anuncia paralización de actividades a “corto y mediano plazo”

La confirmación podía llegar en cualquier momento, pero no por eso se lamentó menos. La decisión de la empresa Fanapel de paralizar su actividad no fue una buena noticia para el gobierno, y mucho menos para Juan Lacaze, la ciudad coloniense de casi 13.000 habitantes en la que está instalada la papelera.

El alcalde de esta localidad, Darío Brugman, sostuvo que lo que ayer anunció la fábrica “se venía venir, porque no se apreciaban muchos proyectos empresariales. Todo pendía de la reducción de todo tipo de costos y la diferencia era bastante grande, y de algunos temas muy difíciles como el costo energético”, ilustró.
Pero la forma en que la empresa comunicó su decisión no fue demasiado clara. Mucho menos, categórica; tanto es así que ni entre los trabajadores de la fábrica ni en el Poder Ejecutivo tienen claro si se trata de un cierre definitivo o de una paralización temporaria. Marcelo Olaverry, presidente del Centro Unión Obreros Papeleros y Celulosa (CUOPYC), recordó que dada la decisión de la empresa de no reunirse directamente con el sindicato debido a las medidas que este estaba tomando, él y los demás dirigentes fueron notificados de las decisiones de la firma una vez que sus representantes se habían reunido con el director nacional de trabajo, Juan Castillo. “El ministerio nos dio la posición de la fábrica de que no estaban dadas las condiciones para arrancar, pero que quizá en un futuro se pudiera hacerlo”, expresó Olaverry. Incluso, dijo que la empresa planteó la posibilidad de pagar un despido en 12 cuotas, aunque en caso de que la fábrica retomara las actividades, ese pago iba a quedar como “parte de una reestructura”, algo que el sindicalista no dudó en calificar de “disparate tremendo”. Según interpretó, este planteo se hizo para asegurar a los trabajadores que estaban dispuestos a pagar el despido.

Pero a pesar de esta situación, los trabajadores se enteraron a la salida del encuentro de que, en plena negociación, la gerencia comunicó en la planta que cerraría definitivamente sus puertas. “El gerente de planta dijo que la fábrica cerraba definitivamente”, dijo Olaverry, que ilustró: “Mientras nos decían una cosa en Montevideo, en Juan Lacaze hacían otra”. La empresa dio sus explicaciones mediante un comunicado público: “La situación económica coyuntural de altos costos que obligó a parar la producción continúa incambiada e inhabilita el retorno a la producción en la planta a mediano plazo”.

Con palabras parecidas se habían expresado los gerentes de la empresa, Carlos Rodríguez y Gonzalo Goñi, ayer ante Castillo, aunque, según aseguró este, en ningún momento le confesaron su intención de cerrar la fábrica. “Es cierto que no dieron ninguna expectativa; hasta dijeron que todas las propuestas que el Poder Ejecutivo había hecho eran insuficientes, y además sostuvieron que no veían competitividad en la región”, dijo el jerarca, que sin embargo aclaró que los representantes de Fanapel evitaron hablar de un eventual cierre. “Dijeron ‘gre, gre, gre’, pero nunca Gregorio”, ilustró. Durante las negociaciones que el Ejecutivo tuvo con la empresa, se le ofreció rebajarle 25% la tarifa de energía eléctrica y que siguiera recibiendo el 6% de reintegro de tributos a las exportaciones, pero Fanapel consideró insuficientes ambas propuestas. Lo que los representantes de la firma buscaban era un subsidio total de 400.000 dólares mensuales.

Castillo también expresó que hoy se reunirá con los representantes de los ministerios de Industria, Energía y Minería y de Economía y Finanzas que venían trabajando en el tema, en una señal de que desde el gobierno “no lo damos por cerrado”. El jerarca sostuvo que dejó abiertas las puertas ante ambas partes. Tras reunirse con la empresa y con el sindicato, dijo que de surgir “nuevos elementos” realizará una nueva convocatoria.

Ayer de noche, los trabajadores de CUOPYC llevaron a cabo una asamblea en la que finalmente resolvieron aprobar cuatro puntos: no aceptar los acuerdos individuales sobre los despidos de los trabajadores y que el sindicato sea el que negocie esta situación; exigirle al Poder Ejecutivo “la prolongación del seguro de paro más allá del cobro del despido”; que las negociaciones vuelvan a ser de carácter tripartito (porque de lo contrario es una “clara violación de la Ley de Negociación Colectiva”, dijo Olaverry), y pedirle al gobierno que el Estado no le compre más papel a Fanapel, dado que la empresa está importando las hojas A4 que se producían en la fábrica de Juan Lacaze. La semana pasada, las autoridades de la empresa se había negado a participar en instancias tripartitas con los trabajadores luego de que el gremio se negara a permitir el retiro de materia prima perecedera de la planta.

Lecturas
La diputada frenteamplista por Colonia Mercedes Santalla, quien vive en Juan Lacaze, tampoco se privó de cuestionar la “confusión” que rodeó a toda la situación. “En la mesa de diálogo se habló una cosa y en Juan Lacaze otra”, observó. En cambio, la legisladora destacó la actitud del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que pidió “seguir con el diálogo”.

Por su parte, otra de las legisladoras colonienses, la diputada colorada Nibia Reich, dijo que la situación genera “muchísima preocupación”, ya que afecta “no sólo a las 260 familias implicadas de forma directa, sino a toda la cadena de Juan Lacaze, desde los quioscos a los pequeños comercios”. “Es un tema económico y a la vez social, que la población ve con suma preocupación; está afectada desde el punto de vista anímico”. La diputada no desaprovechó la oportunidad para responsabilizar al Frente Amplio (FA) de la situación: “Esto se debe a la pérdida de competitividad que ha tenido Uruguay, y en los últimos años se ha acentuado. El costo del combustible es el más alto de la región, así como el de la energía y el gas. Las tarifas son elevadas porque los gobiernos del FA administraron muy mal y hubo pérdidas millonarias como ANCAP, Pluna y las plantas de cemento. Entonces, se cobran las tarifas y el combustible por encima de lo que se tiene que cobrar y Juan Pueblo termina pagando, incluso con la pérdida de sus fuentes laborales”.

LA DIARIA - Montevideo - URUGUAY - 14 febrero 2017