MIELElaboraron un documento sobre buenas prácticas apícolas en producción de miel

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección General de la Granja (Digegra) y la Dirección General de Servicios Ganaderos (DGSG), elaboró un documento sobre buenas prácticas apícolas en la producción de miel.El organismo tiene entre sus objetivos la promoción de sistemas de producción sustentable, amigables con el ambiente y que contribuyan en la obtención de alimentos inocuos.

En este contexto surge dicha guía con el fin de generar un marco legal que asegure una producción apícola sostenible a través de la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad. Igualmente, abarca diversos ítems de importancia, como la reducción de contaminantes en la colmena durante las fases de producción primaria y extracción.

En una siguiente fase, el ministerio pondrá en marcha un plan de capacitación y extensión dirigido a todo el sector apícola nacional, para de esta manera asegurar el bienestar y la seguridad ocupacional del productor y su familia.
Uruguay exporta aproximadamente el 90% de la miel que produce, comprometiendo a los operadores apícolas a producir miel acorde con los requerimientos de un mercado nacional e internacional exigente.

Al igual que en otras agroindustrias, la aplicación de controles de calidad en cada uno de los puntos del sistema de producción de miel permite obtener un producto final de mejor calidad, minimizando rechazos.

Es necesario que los operadores se ajusten a la aplicación de las buenas prácticas en el sistema de producción apícola, que deben estar ajustadas de acuerdo con pautas generales de inocuidad alimentaria.
Esto ha llevado a las autoridades de los países exportadores e importadores a establecer instrumentos (normativa) que aseguren el cumplimiento de las exigencias del mercado y de promover su utilización.

La aplicación de buenas prácticas apícolas en la producción garantiza a los consumidores un producto sano y apto (inocuo) para el consumo humano, manteniendo la sostenibilidad en su producción.

De acuerdo con la FAO, las buenas prácticas agrícolas son “prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental, económica y social para los procesos productivos de la explotación agrícola, que garantizan la calidad e inocuidad de los alimentos y de los productos no alimenticios”.
Los objetivos de estas prácticas son establecer pautas y condiciones higiénicas apropiadas de trabajo en los apiarios, durante la cosecha y transporte de alzas, el proceso de extracción de miel y su acondicionamiento, con el fin de obtener un producto inocuo, manteniendo las propiedades genuinas de la miel y los productos apícolas.

A su vez, brinda orientación general sobre la trazabilidad, la documentación de las diferentes actividades o procesos (registros) y la importancia de la capacitación de todo personal involucrado en la manipulación de la miel en sus diversas etapas.

El sistema se basa en establecer criterios o pautas, entre las de carácter obligatorio, reglamentadas en normas nacionales e internacionales vigentes, por ejemplo las más relevantes son: decreto 40/997 registro propietarios de colmenas; decreto 29/2006 de salas de extracción de miel; resolución 469/2010 sobre manual BPM-POES; decreto 188/2010 prohibición oxitetraciclina; decreto 371/2013 trazabilidad; resolución 220/2016 acopios. Mientras que otras son de carácter recomendado, tendientes a mejorar las condiciones de trabajo en los diferentes eslabones de producción apícola, con el fin de obtener un producto inocuo manteniendo la calidad de la miel y los productos de la colmena, siendo complementarias a las normativas vigentes nacionales e internacionales, las que deberán ser cumplidas en todos los casos.

La aplicación de las buenas prácticas agrícolas implica el conocimiento, la comprensión, la planificación y mensura, registro y gestión orientados al logro de objetivos sociales, ambientales y productivos específicos.

Diario EL TELEGRAFO .  Paysandu -  URUGUAY -  09 diciembre 2016