plaga parasitadaPromueven control de plagas agrícolas y uso de controladores biológicos

En la última década el MGAP a través de la DGSA ha impulsado medidas reglamentarias para la sustitución de plaguicidas de síntesis química por plaguicidas biológicos. En la foto una plaga parasitada por hongo controlador biológico.

Montevideo – TodoElCampo – El control biológico se define actualmente como el uso de enemigos naturales, para disminuir la población de uno o más organismos plaga a densidades menores ya sea de forma temporal o permanente. Tiene como objetivo entonces reducir la incidencia y/o severidad de las enfermedades y plagas agrícolas sin riesgo para el hombre, animales o el medio ambiente. En el país existen 10 productos que se comercializan para cultivos hortifrutícolas, forestales y en agricultura extensiva.

Se basa en el uso de prácticas de producción sustentables, dirigidas hacia la explotación racional de los recursos naturales y tendientes a reducir el uso de plaguicidas sintéticos, con base a que la mayoría de las plagas y organismos fitopatógenos tienen antagonistas biológicos que pueden emplearse como una estrategia de lucha.

A partir del 2007 con la entrada en vigencia del Decreto 170, se establece la obligatoriedad del registro de los agentes de control biológico formulados nacionales o extranjeros en el ámbito de la Dirección General de Servicios Agropecuarios (DGSA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), y fue hasta el año 2010 que se autorizó el primer controlador biológico nacional para el control de enfermedades y plagas que afectan los cultivos hortícolas a base del hongo Trichoderma harzianum.

En el país existen 10 productos que se comercializan para cultivos hortifrutícolas, forestales y en agricultura extensiva. En particular en 2018 se autorizó el primer controlador biológico para soja contra la lagarta del girasol (Rachiplusia nu) y de las leguminosas (Anticarsia gemmatalis). El último controlador biológico se registró en mayo de 2019 para control de mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum) en plantines de tomate a base de una chinche  depredadora (Tupiocoris cucurbitaceus).

Los técnicos y productores uruguayos ya pueden acceder a dichos bioinsumos para el control biológico de plagas en diferentes cultivos, una propuesta que impulsa la DGSA del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca como parte de una agricultura sostenible. Actualmente, además, se evalúan otros 17 productos, que se encuentran en fase experimental.

El tiempo de validez de este tipo de insumos varía de días (como los insectos controladores de plagas) hasta años (como los virus para control de grafolita). Esto hace que algunos insumos puedan adquirirse directamente en agropecuarias, y para otros, los que tienen vencimientos muy acotados, el productor deba coordinar con la empresa que los comercializa su entrega directa.

AVANCES A NIVEL INTERNACIONAL.

A nivel internacional se están desarrollando diferentes estrategias tendientes a producir alimentos inocuos y obtenidos a través de  prácticas sustentables con el medio ambiente. Es por esto que en la última década el MGAP a través de la DGSA ha impulsado medidas reglamentarias para la sustitución de plaguicidas de síntesis química por plaguicidas biológicos, la eliminación de formulaciones con  principios activos de mayor riesgo para las personas así como para el medio ambiente. Se busca hacer un uso más eficiente de los productos químicos, minimizando el impacto ambiental, y una de las herramientas con las que se cuenta es el uso de productos biológicos.

El Registro y Control de los productos formulados a base de microrganismos y entomófagos para el control de plagas y enfermedades agrícolas está dentro de las potestades de la DGSA, autorizando la fabricación, formulación, liberación, comercialización y utilización de dicho producto, previo análisis de riesgo y evaluación de datos científicos que demuestren que es eficaz para el fin que se destina y no entraña riesgos indebidos para la salud humana, animal o vegetal y/o el medio ambiente.

El proceso de registro y autorización comercial de un nuevo producto demanda un mínimo de 18 meses. En diciembre pasado se aprobó un controlador biológico para su comercialización para aplicar en cultivos extensivos. Se trata de una avispa que parasita los huevos de la lagarta del girasol, y la lagarta las leguminosas, en el cultivo de soja.

Para registrar un controlador biológico, formulado a base de microorganismos y entomófagos para el control de plagas y enfermedades agrícolas, se debe realizar el trámite ante la DGSA presentando al documentación requerida por la normativa vigente que incluye un Relatorio técnico - científico, un protocolo de evaluación de un ensayo a campo en condiciones nacionales y la coordinación con la empresa para el ingreso de una muestra para el control de calidad en el Laboratorio Biológico de la DGSA. En el caso de los insumos microbianos, se solicita la realización de pruebas de toxicidad aguda y ecotoxicidad, con el fin de evaluar los posibles impactos en la salud y el medio ambiente, así como las medidas de mitigación correspondientes.

En la actualidad, la DGSA continúa impulsando diferentes estrategias para la promoción del uso de bioinsumos como los controladores biológicos. En el año 2018, se aprobó un artículo en la rendición de cuentas, donde se exonera de la tasa de registro, para este tipo de productos. Además, como parte del MGAP, los fomenta con su participación en charlas, foros y otras actividades, así como busca integrar a cooperativas y empresas nacionales en el rubro de biofábricas.

Uruguay participa en el Comité de Sanidad Vegetal (Cosave) donde, en concordancia con las normas internacionales, sirve de consulta a otros países de la región en la implementación de una propuesta de uso de bioinsumos.

DGSA/MGAP – Foto de plaga parasitada por hongo controlador biológico.

TODO EL CAMPO - Montevideo - URUGUAY - 18 junio 2019