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Felipe Fuentes: “La incorporación de forestación da estabilidad a la empresa”

Con la aprobación de la ley en 1987, la forestación tenía como objetivo ser una alternativa a los rubros existentes. Hoy, 32 años después, los productores encontraron en el sector silvícola una sinergia que ofrece estabilidad y mejora los resultados económicos de las empresas agropecuarias.

Rurales El País conversó con Felipe Fuentes, director de El Trebal, un establecimiento ubicado en Flores dedicado a la producción ganadera y agrícola.

 

– ¿Qué características tiene el establecimiento?

– Es un campo ubicado en Flores, al norte del paraje J. J. Castro y sobre la costa del río Yí. El establecimiento es de 1.600 hectáreas, de las cuales 300 hectáreas son de montes indígenas cerrados, que no se pueden tocar y están aislados de las plantaciones con protectores.

– ¿Con qué rubros trabajan?

– Nos dedicamos a la recría de ganado vacuno, compramos toda la producción de 150 kilos y la recriamos hasta los 450 kilos para entregar los animales a los corrales de engorde. También hacemos ciclo completo en ovinos y ventas de corderos pesados. Además agricultura, en verano con la producción de soja y en invierno con cebada, que es utilizada en un corral propio para subir las cargas en momentos de crisis forrajeras. En todo eso, la forestación ocupa un 10% del área total.

– ¿Por qué se incorporó la forestación?

– En el año 2008 surgió la inquietud de la empresa en incorporar el rubro en un espacio de campo que no teníamos ningún árbol. La idea era brindar bienestar animal, sombra y abrigo a los ganados. Además coincidió que eran campos inferiores en producción, donde cualquier seca genera una complicación. Entendimos que era una manera de sacar provecho de una zona poco productiva.

– Hoy forman parte del programa Alianzas de Montes del Plata, ¿qué modelo de negocio manejan?

– Actualmente tengo dos contratos y estamos próximos a cerrar el tercero con Montes del Plata. En el primero se forestaron 100 hectáreas donde la superficie total eran más de 200 hectáreas. Se buscó que los rodales estén más separados y eso genere oportunidades. Ese contrato fue por dos ciclos forestales con una renta fija a 10 años por adelantado. Y nuestro segundo contrato, que se firmó en 2017, es más chico pero muy importante. En total son 15 hectáreas que tiene una renta anual actualizada en dólares. Lo entiendo muy relevante porque se reforestó una zona que prácticamente no generaba ingresos. Habían eucaliptos colorados de muchos años y vimos la posibilidad de que ese sector del campo genere ingresos. Y el tercero está en estudio, pero buscamos sombra y abrigo en algunos lugares que hacen falta.

– ¿Cómo es el manejo del ganado en los montes?

– No se trata de forestar y entregar el campo. Hay que poner pienso para que los montes sean amigables con el manejo del establecimiento. Se buscaron instalar rodales bien abierto en zonas de cuchillas y dejar entre medio los bajos que son de mayor producción. Además tenemos el potencial del abrigo y la sombra. El campo está limpio y el manejo resulta práctico.

– ¿Qué números arroja la empresa con la incorporación de la forestación?

– El primer contrato fue congelado por ser renta adelantada. El segundo contrato son US$ 188 por hectárea en año adelantado. Si me preguntas cuánto aportan al producto bruto, cerrado el ejercicio los dos contratos representan US$ 10 por hectárea de las 1.250 hectáreas productivas. No hay que olvidar que es un contrato chico, aunque lo más destacado es que aporta US$ 10 por hectárea en un campo que no me producía nada, y hoy ese dinero llega a la caja. Sin olvidar el beneficio del abrigo y sombra que potencia la producción.

– Desde lo productivo, ¿cuáles son esos beneficios?

– Por ejemplo, en esos bosques hacemos parir las majadas, en general elegimos la melliceras, y logramos señaladas del 163%. Es un porcentaje que en una cuchilla pelada no se logra. Es clara la sinergia que existen entre los rubros.

– ¿Costó tomar la decisión de sumar la forestación?

– La verdad que no nos costó tomar la decisión. Creo que es por nuestra mentalidad, la empresa está abierta a incorporar rubros. Hoy estamos muy conformes con el puntapié inicial que dimos. A mis hijos y a mis nietos les quedará un campo diferente, aunque con una fortaleza financiera en todo el sistema. Solo con pensar en 10 años atrás y ver el contexto diferente al actual, nos satisface haber realizado la diversificación. En esos diez años hubo secas, inundaciones, caída de precios pero los árboles nunca tuvieron problemas. En 10 años la incorporación de forestación da estabilidad a la empresa.

Diario EL PAIS - Montevideo - URUGUAY - 30 mayo 2019