Educacion ambiental chSentarse a pensar

Dadme barcos y velas adecuadas y encontraré los hombres
que no se amedrenten ante la tremenda inmensidad.
Johann Kepler
El problema de la falta de oportunidades a jóvenes investigadores no es privativo de este país. Según un informe de la Organización Internac
ional del Trabajo (OIT) titulado «Trabajo decente y juventud en América Latina», hay 106 millones de jóvenes. 58 millones forman parte de la
fuerza laboral, diez millones están desempleados y 30 millones trabajan en la economía informal.
Otros 48 millones están inactivos es decir no tienen ni buscan empleo. Estos datos tienen unos años, pero no van al meollo del asunto.

 

«Del total de la población de jóvenes, unos 49 millones estudian. De éstos, trece millones estudian y trabajan, cuatro millones estudian y buscan pero no consiguen trabajo, y 32 millones sólo estudian y no buscan trabajo», decía hace un tiempo el chileno Juan Somavia, director general de la OIT.
La falta de experiencia en el campo laboral es sinónimo en los jóvenes de que no tienen la capacidad de realizar un trabajo digno.
Nuestro país ha sufrido como muchos otros en vías de desarrollo, o aspiraciones a tal, que los jóvenes, que también deben comer, deben buscar un empleo que les permita el sustento muchas veces en «lo que caiga», por lo que se puede encontrar a profesionales manejando camiones, como cajeros en supermercados, o bien en comercio informal. Uruguay - nunca lo olvidemos - fue un país que se permitió el lujo de médicos ascensoristas y taxistas Pero la profundización del estudio del tema es fundamental en un país que busca inversiones.
Se inserta en el mercado inversor una empresa como la ex- Botnia. Requiere técnicos y especialistas. Aparte de las corridas habituales de una empresa a otra buscando mejores remuneraciones y posibilidades de desarrollo, se insertan en ese mercado laboral un conjunto nada despreciable de jóvenes. Y abre una veta laboral que para muchos era mirar hacia el exterior.
Si un país se jacta de querer avanzar, deberá pensar en la educación. Pero conjuntamente con ello en la inserción en el mercado laboral. Laa presencia de UTEC y la ampliación de cuross de UTU no es simpleza.
¿No habrá llegado YA la hora de sentarse a pensar? ¿Dejar de lado juegos de matrereadas de opositores de bolsillo, y pensar definitivamente en el país? Porque mucha gente ya está cansada de sentir sandeces de aprendices de politiquillos a la vieja usanza que buscan la oportunidad del acomodo. Pero dejan de lado a toda esa gente que casi unánimemente con mucho sacrificio han podido concluir una carrera profesional
o técnica, o estudios administrativos o de lenguas, no importa definir, y que parecen monitos organilleros con su jarrito en la puerta del gran edificio esperando que salga el acaudalado señor a tirar una moneda Por esto, cómo no nos va a emocionar ver gente joven en ese ir y venir en el edificio de UPM?
Cómo no nos va a sencivilizar ver hecho realidad en parte los sueños de docente y de hombre de ciencia?
Porque queremos los barcos y velas adecuadas. Porque esa chimenea nos hace soñar con una nae espacial escudriñando el futuro, levantando la ira de los irracionales

El resto... el resto es silencio
Jorge Balseiro Savio

ICI URUGUAY - 01 enero 2019