ferrocarril centralEL TREN QUE ROMPERA TU BARRIO Y TU CAMPO
Consecuencias del nuevo Ferrocarril Central, aquí y allá


"Es muy difícil negociar con esta gente, especialmente porque no saben de lo que estamos hablando. ¿Cómo hacerle entender a un técnico tasador de Montevideo, en la Ciudad Vieja, los problemas que traería a mi tambo el nuevo pasaje del ferrocarril? No entienden". La reflexión, la pregunta y la posterior respuesta son patrimonio de un empresario agropecuario del norte del departamento de Florida, en diálogo con El Acontecer.

Dino Capelli
La vía y la incertidumbre sobre lo que nos traerá

 

Arrienda un campo, donde instaló un tambo de características medianas. Ni grande ni chico. Trabaja en forma familiar, con algunos empleados. El pasaje del nuevo trazado del Ferrocarril Central le obligará a modificar en un alto porcentaje sus estructuras edilicias.


"La vía me parte al medio, tengo que cruzar la vía con las vacas en cada turno de ordeñe", nos explica. Es la misma explicación que brindó a los tasadores del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en la sede de la cartera de Estado, frente a la Plaza Matríz.
Hasta allí tuvo que trasladarse para continuar con las negociaciones. "Nos ofrecen un dinero que ellos entienden es el valor del bien, y ahí comienza la negociación. El tema es que no entienden los aspectos que les presentamos", agrega. Es pesimista cuando se le pregunta por el futuro. Sabe que debe negociar, caso contrario pierde más aún.
Si el plan del Ferrocarril Central continúa adelante, la vía le partirá al medio su campo, obligándole a atravesar la ruta de rieles cada vez que llegue el turno de tambo, es decir varias veces al día.
Este tipo de situaciones estresantes las están viviendo varios productores de la región centro sur, desde Canelones hasta Paso de los Toros. Los departamentos de Canelones, Florida y Durazno suman por cientos los vecinos que deben negociar -necesariamente- el pago de las expropiaciones.

En la metrópolis
Mientras esto sucede campo adentro, en el departamento de Montevideo la situación no es muy diferente. La única salvedad es que en lugar de campos, son casas.
"Un pueblo carente de servicio de pasajeros ferroviario adecuado tendrá que soportar 30 meses de megaobras para la construcción de vías, viaductos, túneles, puentes y trincheras bajo nivel de calle, a efectos de que el transporte del producción de UPM desde Paso de los Toros llegue al Puerto de Montevideo rápido y sin contratiempos".
Con esta frase es que Asamblea Pachamama de Uruguay informa la serie de reuniones que se vienen desarrollando a nivel metropolitano del país, buscando informar a los vecinos de los barrios afectados al respecto de construcciones, expropiaciones y futuros pasajes de trenes.
El colectivo ambientalista informa desde sus redes sociales que "se trata de un tren cargado con 22,5 toneladas por eje, de hasta 8 cuadras de longitud, que atravesaría nuestra tierra cada 25 minutos, día y noche, provocando importantes vibraciones, ruidos y riesgos para peatones y tránsito vehicular".
Mientras los departamentos de Canelones, Florida y Durazno serán tierra de afectaciones, lo mismo ocurre en barrios de Montevideo como Capurro, Aguada, Paso Molino, Sayago, Peñarol, Colón, Abayubá, y ciudades de Canelones como La Paz, Las Piedras, El Dorado.
"Florida, Durazno quedarán virtualmente partidos al medio por esta megaobra", se agrega. "Como es costumbre de los gobernantes, salvo en los casos de vecinas y vecinos que serán expropiados, no se ha informado a la población, aun ante el inminente comienzo de las obras". Entonces Asamblea Pachamama está coordinando reuniones informativas "para informar sobre este nuevo abuso y organizar la resistencia al Ferrocarril Central".

En lucha
Desde diversos colectivos se está proponiendo una urgente organización y movilización para frenar definitivamente la obra del Ferrocarril Central, y por ende la instalación de una planta procesadora de pasta de celulosa en el departamento de Durazno.
La impresión de afiches dando cuenta de detalles como los vertidos líneas arriba, se han distribuido en sendas reuniones realizadas en barrios de la capital, el caso de Peñarol y Colón, por ejemplo.
Los volantes, con frente y dorso, se imprimieron en blanco y negro y se comparten en diferentes reuniones desarrolladas durante setiembre y octubre.
El colectivo ´Por el costado de la vía´ es otra de las organizaciones que desde la web y presencialmente, trabaja "para no servir a una transnacional como es el caso del Ferrocarril Central. Ya tuvimos bastante con el delirio de Aratirí, su Regasificadora y su Puerto de Aguas Profundas. Esto es más de lo mismo: sacrificio para el pueblo y riqueza para los mismos de siempre. Es hora de decir basta!".

Caso a caso
El diálogo con los productores lecheros, invernadores, ovinocultores, lleva a conocer situaciones de primera mano. Desde un criadero de aves que deberá trasladarse unos 50 metros pues su actual estructura será atravesada al medio por el nuevo trazado del Ferrocarril Central, los tambos que deberán modificar su ingeniería y así adaptarse al nuevo tiempo o morir en el intento, hasta los pequeños productores -criadores de algunas vacas lecheras- que saben que su futuro no está ligado a la producción, sino a los dólares que pueda acercarles el gobierno central por el necesario traslado de su emprendimiento.
En muchos de ellos, ya en contacto con los tasadores del Ministerio, y en muchos de nosotros, campea la desinformación. "Nadie sabía del Proyecto Ferrocarril Central para UPM pero algo habían escuchado del ´desarrollo´, de la reactivación del ferrocarril imaginando un transporte de pasajeros digno, pero no es este el caso. Las ganas de mejorar y confiar nos hace creer ciegamente en la propaganda", narran activistas que recorren las ferias vecinales de todo el país.
En Sarandí Grande, por ejemplo, la vía atraviesa el pueblo y lo parte exactamente en dos, al este y al oeste. El estrés no será menor por cuestión de la costumbre, sino que el aumento exponencial de frecuencias obligará a exasperar los cuidados para no sufrir accidentes.
Con capacidad informativa de carácter doméstico, las madres y padres ahora saben que sus hijos ya no podrán cruzar solos el centro para ir a la escuela. Y los liceales deberán extremar la atención para hacer lo propio. Y los jubilados que viven de un lado de la ciudad, ahora sortearán el pasaje repetido del tren cuando deban cruzar la vía para cobrar sus salarios. Eso sucederá en una ciudad ubicada a 40 kilómetros al sur de Durazno, y también en pueblos ubicados al norte.
"Nadie sabe de pérdidas de fuentes de trabajo en el entorno local por cortes, desvíos y esperas, nadie sabe nada de puentes, trincheras, muros de contención, cercos, ni tiempo disponibles para cruzar el cauce de las moles llenas de celulosa y químicos", expresan desde el grupo ´Por el costado de la vía´, que trabaja activamente en informar mediante diferentes formas.

Diario EL ACONTECER - Durazno - URUGUAY . 19 octubre 2018