Ence industriEnce estima que los precios de la celulosa presentarán una perspectiva positiva hasta el 2022

A la hora de reflexionar sobre la situación de los fundamentales de la celulosa, es necesario insistir en que por el lado de la oferta no hay proyectos de nueva capacidad que tengan prevista su entrada en marcha antes de la segunda mitad de 2021. Tan sólo hay constancia de un proyecto en Chile y, probablemente, otro en Uruguay para 2022, aunque en este caso todavía sin confirmar.

Es preciso tener en cuenta que las nuevas fábricas de celulosa son grandes proyectos que exigen una inversión de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares, que requieren una plantación de madera de unas 300.000 hectáreas con una antelación mínima de 6 años en el caso de Brasil, que se eleva a 10 en Chile.

Además los procesos de autorizaciones y permisos medioambientales son cada vez más complejos y dilatados, incluso en Asia. Todos ellos son factores con una alta visibilidad, por lo que no nos equivocamos al estimar las nuevas plantas que entrarán en funcionamiento de aquí hasta 2022, no habiendo ninguna otra confirmada para después.

Por el lado de la demanda, el mercado seguirá creciendo en 1,5 millones de toneladas/año, sobre todo de la mano de la urbanización de la sociedad asiática que impulsa el aumento de la demanda de tisú. Hay que tener en cuenta que en China están en la actualidad en un consumo de tisú por persona de 6 kg/año, frente a los 16 de Europa Occidental o los 25 de Estados Unidos. El potencial de crecimiento del papel tisú es, en consecuencia, muy elevado en el país asiático.

La mayoría de la celulosa que se usa para tisú en China se importa. La celulosa es uno de los pocos comodities donde no sólo no existe sobrecapacidad en China sino que hay un claro déficit.

La guerra comercial abierta por la administración estadounidense puede ralentizar el crecimiento en China lo que, unido a la necesidad de este país de enfriar su economía para reducir su endeudamiento y su abultada burbuja inmobiliaria, puede hacer que disminuya su inversión en infraestructuras y en el sector de la construcción. Pero no afectará al consumo de productos básicos, entre los que se encuentra el papel tisú.

En la anterior desaceleración de la economía China cayó la demanda y el precio del acero, cemento, soja y crudo, pero no el de la celulosa porque el consumo siguió creciendo fuerte pese a la contracción del PIB.

No cabe duda de que hay otros fenómenos coyunturales que pueden afectar transitoriamente a la evolución del mercado, como ha sido el caso de las huelgas de transporte en Sudamérica -que tras su solución provocaron la llegada repentina al mercado de mayores cantidades de celulosa-, crisis como la de la lira turca o de otro género que pueden provocar alteraciones pasajeras de los inventarios y del mercado de la celulosa.

Pero no son circunstancias que vayan a efectar a los precios. De hecho, vemos que el FOEX permanece fijo en el nivel de 1.050 $/t para la celulosa de eucalipto en Europa desde hace muchas semanas. Y todo ello porque los fundamentales del mercado son sólidos y tienen más fuerza que los fenómenos coyunturales.

Ence mantiene su optimismo sobre los precios en el mercado de la celulosa. Los analistas llevan equivocándose más de un año afirmando que va a cambiar la tendencia de los precios. Y yerran porque minusvaloran la fuerza de los fundamentales de la industria. La demanda de la celulosa superará clara y holgadamente a la oferta al menos hasta 2022, por lo que seguiremos asistiendo a un periodo de precios fuertes en el sector de la celulosa.

ENCE - ESPAÑA - 30 noviembre 2018