El futuro canciller de Uruguay buscará mejorar las relaciones bilateres con la Argentina
Rodolfo Nin Novoa, que asumirá en 10 días, cuando jure Tabaré Vázquez como presidente, también dijo que buscará un "sinceramiento" con el Mercosur
"Estamos fuertemente decididos a hacer una fuerte movida de sinceramiento en el Mercosur. Estamos decididos a incluir a Uruguay en las grandes corrientes de flujo comercial mundial", señaló hoy el futuro ministro de Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, que hizo hincapié en que restablecer las buenas relaciones con la Argentina será su mayor prioridad.
"Uruguay tiene muchísimos mercados, 140 concretamente, y la verdad, ahora deberíamos trabajar en la accesibilidad de esos mercados. Esa va a ser un poco nuestra tarea", agregó en declaraciones a Radio Monte Carlo.
Según recuerda el diario uruguayo El País, una de las negociaciones todavía pendientes de resultados es la del Mercosur y la Unión Europea (UE) para alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC). En ese sentido, algunos sectores han sugerido que Uruguay debería firmar un acuerdo directo con el bloque europeo. Esto será algo que deberá decir el futuro gobierno.
Nin Novoa, que fue vicepresidente durante la anterior presidencia de Tabaré Vázquez en el período 2005-2010, asumirá oficialmente la titularidad del Ministerio de Exteriores el próximo 1º de marzo, cuando el presidente electo releve a José Mujica al frente de la presidencia uruguaya.
Las relaciones entre Uruguay y Argentina vivieron su peor momento de las últimas décadas durante los gobiernos de Vázquez y Néstor Kirchner por la oposición de las autoridades argentinas a la construcción de la planta de celulosa de UPM (ex Botnia) en la margen oriental del Río Uruguay.
La obra, que supuso una inversión de 1.800 millones de dólares, fue en su momento la mayor de manera individual en la historia en Uruguay. El conflicto derivó en un juicio frente a la Corte de Internacional Justicia (CIJ) de La Haya que en 2010 determinó que la planta no contaminaba.
La autorización, hace poco más de un año, de la administración de Mujica para que la planta aumentara su producción de celulosa pese a la opinión en contrario de las autoridades argentinas volvió a caldear los ánimos y el gobierno de Cristina Kirchner amenazó con volver a la Corte de La Haya, aunque finalmente no lo hizo.