dragado-rioUruguayLibertad de navegación

La Hidrovía Paraguay – Paraná (Puerto de Cáceres – Puerto de Nueva Palmira), una de las principales iniciativas de integración emprendidas en nuestra región, fue un proyecto complementario de la creación del Mercado Común del Sur — Mercosur. Nuestro país tuvo un papel importante en ambas iniciativas, tanto por razones políticas que se remontan al siglo XIX (asegurar la independencia y desarrollo económico del Paraguay), como por consideraciones económicas (ofrecerle servicios portuarios a los armadores y exportadores que utilizan la Hidrovía). El Tratado de Asunción fue suscrito por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en marzo de 1991. Su objeto era construir un espacio económico que tenía una clara base geográfica: la Cuenca del Plata. El año siguiente, Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, suscribieron en Las Leñas, Mendoza, el Acuerdo para el transporte fluvial por la Hidrovía Paraguay Paraná (Puerto de Cáceres Puerto de Nueva Palmira).

El Acuerdo de Las Leñas combina un enfoque geográfico con uno operacional y económico. Su objeto es la navegación fluvial por los ríos Paraguay y Paraná, pero incluye como uno de los extremos del sistema al puerto uruguayo de Nueva Palmira. Este se encuentra ubicado sobre el río Uruguay (aunque prácticamente enfrente a la desembocadura del Paraná Bravo).

Los beneficios de la Hidrovía para Nueva Palmira son evidentes. También son evidentes las ventajas que representa ese puerto uruguayo para los exportadores bolivianos, paraguayos y brasileños y sus armadores fluviales.

El Uruguay ha tenido la política de largo plazo de apoyar ese esfuerzo de integración. Así, impulsó el proyecto de dragar los Canales de Martín García conjuntamente con Argentina (el acuerdo para llamar a licitación para las obras de dragado es de 1991 y las obras fueron inauguradas en 1996) y aprobó la fundamental Ley de Puertos en 1992.

En la actualidad el Puerto de Nueva Palmira mueve anualmente en torno a las diez millones de toneladas. La mayor parte de esos embarques consisten en gráneles agrícolas (soja, maíz y trigo) y no agrícolas y carga general. Aproximadamente la mitad de esa carga llega en tránsito desde puertos paraguayos y bolivianos.

En el Tratado de Asunción las Partes resolvieron crear un Mercado Común que incluyese "la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países".

En el Acuerdo de Las Leñas, las Partes declararon que el desarrollo de la Hidrovía "crea una comunidad de intereses que debe ser apoyada en forma adecuada, eficaz y mancomunada, basada en la igualdad de derechos y obligaciones de sus países ribereños" y reiteraron los principios de libertad de navegación y de libertad de tránsito por la Hidrovía de las embarcaciones, bienes y personas de los países signatarios. Estos principios son complementados por la Resolución sobre libertad de tránsito aprobada por el Consejo del Mercado Común del Mercosur en el año 2011 y en la que se plasma el principio fundamental de que "Las mercaderías, así como los medios de transporte terrestre y fluvial de los Estados Partes, gozarán de libertad de tránsito dentro del territorio de los demás Estados Partes".

Lamentablemente, una serie de situaciones producidas en los últimos meses sugieren que el sistema de la Hidrovía enfrenta graves dificultades que no son el resultado de la geografía o de los obstáculos naturales, sino de las acciones y omisiones de los gobiernos.

Los principios básicos de la Hidrovía parecerían estar en peligro.

En este momento crítico, ¿cómo es posible que haga tres años que no se reúna el Comité Intergubernamental de la Hidrovía, formado por delegaciones de los países Partes del Acuerdo de Las Leñas?

El lunes, la página Marítimas informó que el presidente de la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata, una organización no gubernamental que reúne a los armadores y operadores privados de la Hidrovía, advirtió que aunque era oportuno discutir sobre muchos aspectos del sistema de transporte fluvial, "lo que no se puede discutir es la libertad de navegación, ni se negocia, ¡se cumple sin peros!".
Tiene razón.

Diario EL PAIS -  Montevideo -  URUGUAY - 24 octubre 2014