bosque chinaChina empuja el carro de la economía global

El gigante asiático celebra hoy un nuevo día nacional marcado por proyecciones de crecimiento para este año de 7,4%, muy por encima del resto del mundo, y un avance sostenido en las grandes ligas de las superpotencias globales.

(La Segunda) Aunque su economía se ha desacelerado, dejando atrás las cifras de crecimiento en torno al 10% que exhibió la década pasada, y se han reactivado las alarmas sobre una posible burbuja inmobiliaria, China continúa tirando el carro de la economía mundial con una previsión de expansión para este año de 7,4%, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). La cifra 2014 está en línea con la meta del propio gobierno encabezado por el Presidente Xi Jinping, que para este año fijó una expansión mínima de 7,5% de su PIB, y con los datos dados a conocer por el Buró Nacional de Estadísticas correspondientes al segundo trimestre, también del orden del 7,5%.

La estimación para este año más que duplica lo proyectado para el crecimiento mundial, de sólo 3,4%, situando al gigante asiático en una posición de liderazgo que parece estar lejos de terminar. Incluso, el mismo organismo multilateral reconoció hace una semana que para 2015 el crecimiento chino si bien se moderará, será más rápido que lo esperado, superando también el 7%.

Gracias a sus positivos datos y dinamismo en crecimiento, producción industrial, mercado laboral y demanda interna, la segunda economía del mundo que hoy celebra el 65° aniversario de la fundación de la República Popular en 1949, ha escalado rápidamente posiciones en el concierto internacional. De hecho en 2010 ya relegó a Japón al tercer lugar y hoy ostenta los títulos de ser el principal demandante de commodities a nivel global y el mayor exportador mundial con un volumen en torno al 10% de los intercambios comerciales.

Un mercado en constante expansión
El empuje del gigante asiático ha llevado a los analistas internacionales a augurar que próximamente podría desplazará a Estados Unidos en el tope de la lista, algo que el año pasado ya advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) al señalar que China podría convertirse en la primera economía mundial en 2016 en términos de producto interno bruto real y en 2020 respecto del PIB nominal si sus autoridades llevan adelante algunas reformas al modelo económico.

Ese proceso ya está en marcha, pues desde el año pasado se están efectuando cambios que apuntan a lograr un crecimiento más sostenible en el tiempo que garantice una mayor estabilidad a la sociedad y en el empleo, más radicado en el consumo interno que en las exportaciones y la demanda externa.

El presidente de la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo A.G. (CHICIT), Juan Esteban Musalem, estima que “tarde o temprano” China efectivamente se convertirá en la mayor superpotencia económica del mundo, aun cuando se enfrente a períodos de ralentización como el actual.

A su juicio, uno de los factores que influye son las características geográficas propias y la densidad demográfica del país, que hacen que hoy convivan ciudades con distintos niveles de urbanización.

Tal es el caso de Beijing, Shanghai, Tianjin, Shenzhen y Guangzhou, que tienen un PIB anual per cápita de casi 80 mil yuanes -alrededor de US$ 13 mil dólares-, seguidos de Chengdu, Dalian y Qingdao con un PIB anual per cápita de 50 mil yuanes o más, y de urbes de tercer nivel, como ocurre con Lanzhou y Linfen, cuyo PIB anual per cápita no sobrepasa los 30 mil yuanes.

“Basándose sólo en estos resultados los analistas juzgan que si las ciudades de segundo nivel alcanzan a las del primer nivel, en términos de PIB anual per cápita, la economía china debiera mantenerse en una tasa de crecimiento anual de al menos 7% durante el próximo lustro”, afirma.

Musalem acota que no hay que perder de vista que en China existe una creciente clase media que muy pronto constituirá un mercado de 400 millones de habitantes. “Este panorama abre importantes oportunidades para la inversión en diferentes sectores, en la medida que el país asiático se ha trazado un fuerte compromiso en realizar transformaciones a su modelo de desarrollo, en donde el pilar básico sea el consumo de sus habitantes”, comenta.

De ahí, señala, que hoy China represente una economía en que “las oportunidades de negocios sencillamente se multiplican” configurando un escenario donde hay espacios para fortalecer la relación bilateral con nuestro país.

“Podemos confirmar esta realidad no sólo desde el punto de vista del cobre, nuestro principal producto de exportación, en especial a China, sino respecto de una serie de envíos no-cobre, que gradualmente han entrado a formar parte de nuestra oferta hacia el mercado asiático en general”, dice, al tiempo que plantea que alimentos, frutas, vinos y los productos forestales han incrementado fuertemente sus envíos luego de la entrada en vigencia del TLC entre ambos países “lo que refleja un intercambio comercial en constante evolución”.

Grupo Editorial Editec  -  CHILE - 02 octubre 2014