Héctor TimermanHéctor Timerman: un eslabón clave en el conflicto por la instalación de Botnia

Hoy falleció el ex canciller Héctor Timerman, luego de luchar durante dos años contra un cáncer. Desde 2010 hasta 2015 ocupó un rol preponderante en las relaciones internacionales entre Argentina y Uruguay. El diálogo con la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú tuvo altibajos e intermitencias.

Mónica Farabello
La vida política de Héctor Timerman dejó, sin dudas, una huella en una de las luchas ambientales más importantes de toda Latinoamérica: el pueblo de Gualeguaychú se levantó contra la instalación de inversiones extranjeras en la cuenca del río Uruguay.

 

Por el 2010 comenzó a sonar fuerte la frase que se convirtió en lema: “No a las Papeleras”. El interés de construir dos pasteras en el río compartido con la República Oriental del Uruguay despertó una incipiente y luego fuerte movilización social y ambiental que fue bandera en todo el país.

Héctor Timerman fue uno de los hombres fuertes del kirchnerismo. Terminó sus días siendo investigado por un presunto encubrimiento al atentado de la AMIA, cuestión que fue duramente criticada y cuestionada por el sector del peronismo.

En sus años de canciller encarnó un papel preponderante en las relaciones internacionales entre Argentina y Uruguay y también sirvió de nexo entre los ambientalistas y el gobierno nacional.

Su relación con los asambleístas de Gualeguaychú tenía intermitencias; buenos y malos momentos de comunicación y total incomunicación. Mientras, se iba gestando el acuerdo entre ambos países para lograr un monitoreo constante de la pastera Botnia, tal como lo establecía el fallo de la Corte Internacional de La Haya.

Antes del levantamiento del corte
Con el bloqueo de la Ruta internacional 136, los ambientalistas fueron recibidos por Timerman en Buenos Aires. Allí se definieron los primeros pasos para el monitoreo de la planta UPM. Acordaron volver a encontrarse, pero en Gualeguaychú, y avanzar con la designación de científicos que integren el Comité Binacional.

Se daban los primeros pasos de un proceso extenso y colmado de interferencias, críticas y acuerdos.

Finalmente, tiempo después se conocerían los nombres de los especialistas argentinos Juan Carlos Colombo y Guillermo Lyons se sumaban al Comité de controla, mientras ue los uruguayos designaron a Eugenio Lorenzo y Alberto Nieto.

Aunque este acuerdo no fue aceptado al 100% por Gualeguaychú, se trató de un paso fuerte en el control a la pastera, logrando ingresar hasta 12 veces al año para realizar controles en su producción. Este punto fue firmado por los entonces presidentes Cristina Fernández y José Mujica.

El día que Timerman reconoció que Botnia contamina

Se trató de un encuentro en Gualeguaychú, más precisamente en el Club Frigorífico. Allí, los ambientalistas resaltaron que en la reunión el ex canciller Héctor Timerman

“reconoció ante nosotros que la planta de Botnia contamina. Entonces fuimos enfáticos y reiteramos que los controles deben apuntar a que la pastera sea relocalizada o desmantelada. No hay otra alternativa”, dijo en su momento el abogado Osvaldo Fernández.

Más tarde, en 2013 se habló en una conferencia de prensa lo que antes se hacía puertas adentro. Fue el entonces canciller Timerman junto al ex gobernador Sergio Urribarri, quienes brindaron una conferencia oficial desde la Casa Rosada y explicaron detalladamente cada punto analizado.

En cuanto a la temperatura de los efluentes destacaron que el promedio de vuelco fue de 32,16 °C, mientras que la temperatura media anual del Río Uruguay es cercana a 20°C, es decir, que la temperatura promedio del efluente superaba (en 2013) un 60% la condición natural del Río Uruguay.

Además, fue Timerman quien informó abiertamente que en los muestreos realizados se determinaron “contenidos de Fenoles superiores a los establecidos por la normativa vigente. También en todos los resultados válidos en el efluente, el fósforo superó el máximo de 0,025 miligramos por litro establecido. Todo efluente cuyo valor supere este máximo está contaminando el río”, sentenció.

Asimismo se detectaron contenidos de Cromo Total y Níquel superiores a los exigidos por la normativa. Tanto el Cromo como el Níquel son consideradas sustancias tóxicas en el Digesto. La proyección del muestreo indicó un vuelco que supera en más de un 400% el establecido para el Cromo.

Finalmente se informó que se detectó Endosulfán en los efluentes de una de las Piletas de Pluviales de la Planta de UPM. Todas estas pruebas fueron tomadas por los ambientalistas para solicitar recurrir nuevamente a la Corte de La Haya.

Un final lleno de cuestionamientos
Lejos del protagonismo político del 2013, Timerman pasó sus últimos días respondiendo preguntas en la causa por encubrimiento a los autores del atentado a la AMIA, por la firma del memorándum con Irán.

En sus últimos meses de vida escribió. “Viajo a USA por el tratamiento experimental contra el cáncer. Me voy pensando en la causa AMIA. Pienso que hubo 85 víctimas, más de 200 heridos. Hoy solo dos individuos me acusan por traición a la Patria y esos dos, más la DAIA, por encubrimiento. No sé qué me duele más, si saber del cáncer o la ofensa escuálida de la acusación. Duele todo duele demasiado”.

Diario EL DIA - Entre Rios - ARGENTINA - 30 diciembre 2018