celu e papelNuevos desarrollos en torno a la celulosa: Mucho más que sólo papel

Además de estar presente en una gran diversidad de productos que encontramos en nuestros hogares, innovadores usos para este material están surgiendo desde los laboratorios.

Proveniente de los árboles, la celulosa es una fibra que se ha convertido en un elemento más de nuestra vida cotidiana, al estar presente en los cuadernos y las remas que utilizamos para imprimir, en los libros y revistas que leemos, en algunos embalajes y etiquetas, en el papel higiénico, en materiales como el cartón y las cartulinas, e incluso en pañales; lo que se suma a la relevancia que cada vez más irán adquiriendo las bolsas de papel en desmedro de las plásticas.

Sin embargo, desarrollos impulsados por las propias empresas forestales, entidades de investigación y universidades están abriendo nuevos campos para la celulosa.

 

Microfibrillas de Celulosa
Tal es el caso de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción, que desarrolló un proyecto orientado a la definición de proceso para la producción industrial de Microfibrillas de Celulosa (MFC).

Las MFC son fibras de celulosa muy pequeñas, de gran superficie específica y, con ello, alta capacidad de interacción con fibras de mayor tamaño, que se obtienen de la desintegración mecánica de fibras vegetales y una secuencia de tratamientos químicos y mecánicos específicos.

La relevancia de las microfibrillas se explica porque ofrecen una amplia gama de aplicaciones, como aditivo reforzante de altas prestaciones, en las industrias del plástico y de resinas adhesivas, entre otras.

Esto en el contexto de que, según datos de los UDT, en Chile la fabricación de cajas de cartón para la industria frutícola y cárnica para exportación requiere más de 200.000 toneladas de papeles de embalaje anualmente, una demanda que se verá impulsada por la alta tasa de exportación de alimentos en el país, la cual crece a razón promedio de US$1.000 millones al año.

Cabe destacar que dicho proyecto también apuntó a evaluar la factibilidad de la aplicación de las microfibrillas como aditivo reforzante en bioplásticos (ácido poliláctico) y resinas adhesivas para madera.

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Más resistente que el acero

Al pensar en una hoja de papel, es difícil que la celulosa pueda dar lugar a un material más fuerte que al acero. Sin embargo, dicho desarrollo está cada vez más cerca gracias a la labor del Centro de Biomateriales y Biotecnología (CBN) de la Universidad del Bío Bío (UBB).

Un equipo de científicos de dicha institución ha investigado la creación de nanocelulosa, dando origen a una microfibra que posee una textura similar a la del teflón.

En ese contexto, William Gacitúa, director del Departamento de Ingeniería en Maderas de la UBB, ha considerado que este elemento o biomaterial podría ser utilizado para reforzar los materiales poliméricos que tienen baja resistencia.

En esa línea, surgen una diversidad de funcionalidades vinculadas por ejemplo con su utilización como un material para cubrir y conservar alimentos como frutas y verduras; e incluso ser utilizado en la industria aeronáutica y automotriz aprovechando sus características que lo hacen ser un material de bajo peso.

En esa línea, los investigadores del CBN proyectan que la nanocelulosa de eucalipto podría ser usada en los paneles de los automóviles o en otras estructuras de un vehículo, para reducir su peso y alcanzar un mejor consumo de combustible.

Variedad de aplicaciones
A principios de año, el Dr. Marc Delgado, quien trabaja en el campo de la ingeniería papelera, la modificación de fibras naturales y la industria transformadora del plástico, desarrolló el curso “Adecuación de procesos de producción de nanofibra de celulosa a su aplicación final: Fit-for-Purpose Phillosofy”, el cual fue gestionado por el programa de posgrado en Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.

En el marco de dicha instancia, el doctor Delgado explicó que en la actualidad se produce mucha nanocelulosa para la industria del papel, aunque dicho material también se ha usado para la depuración de aguas, dispositivos electrónicos, en materiales compuestos y para mejoramiento de la dispersión de la pintura. “La nanocelulosa es un material renovable, biodegradable, y todo lo que no sea un derivado del petróleo es bueno. Junto a el grafeno es un material de alto rendimiento, que con poca cantidad se puede conseguir unos resultados muy buenos en los materiales donde es aplicada”, comentó.

Grupo Editorial Editec - CHILE - 20 agosto 2018Grupo Editorial Editec   -  CHILE -  20 agosto 2018