macri presidenteEl “gurú de Macri” que cree en la ciencia aplicada a la política

Jaime Durán Barba estuvo en Uruguay y habló sobre el “derrumbe de la vieja política”. El ecuatoriano, que fue asesor político de varios candidatos en América Latina, contó cómo “lavaron la imagen” del presidente argentino, Mauricio Macri.
El gurú de Macri. Así lo llamó Verónica Alonso en un tuit. La senadora del Partido Nacional, que puede ser precandidata a la presidencia en la internas, tiene al ecuatoriano como un referente y por eso lo recibió en su casa.

Pero Durán Barba es más que el gurú de Macri. El ecuatoriano es uno de los primeros consultores políticos de América Latina. Empezó en 1980 con la encuestadora Informe Confidencial, que fundó y dirigió hasta 1998. Es Licenciado en Filosofía Escolástica, posee dos doctorados (Derecho e Historia) y una maestría en Sociología. Además, fue director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y ministro de Presidencia de Ecuador.

Actualmente, es asesor político de varios candidatos en América Latina, quizás el más visible para los uruguayos es Mauricio Macri. Incluso, lo presentaron así en la charla que dio invitado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) en el piso 25 del Hotel Radisson. Pero también estuvo con Marina Silva en la presidenciales de Brasil y la asesoró para instalar el Amazonas como tema de campaña.

La política y el método científico
En la charla, Durán Barba habló de su último libro La política en el Siglo XXI e hizo referencia al “derrumbe de la vieja política y el advenimiento de la nueva”.

“Proponemos como idea central usar el método científico para la política, porque en todo lo estamos empleando. Cuando alguien quiere poner un negocio de hamburguesas, dice ‘hay que hacer un estudio de mercado’. Hay que preguntar si me comprarán la hamburguesa, si no me comprarán, qué pasa. En política seguimos hablando con un primitivismo total, la mayor parte de los líderes de América Latina, en un momento deciden ser candidatos y entonces tienen una iluminación especial, que les permite conocer todo. Saben lo que la gente piensa, lo que hay que hacer, normalmente, su familia también tiene esa iluminación ¿Y uno se pregunta cuál es el principio que permite sustentar eso?”, sostuvo.

Su socio, Santiago Nieto, explicó que una vez que consiguen la información modifican el presente. “Sabiendo cómo piensa la gente, cómo se aproxima a los problemas, a qué le dan realce, nosotros cambiamos la realidad. Lo que hacemos estratégicamente es: no adivinamos el futuro, cambiamos el presente. Y eso nos da la posibilidad del dinamismo de la campaña. Ahora, como en toda actividad humana se necesita del arte, de ser disruptivos, de arriesgarse un poquito más, pero teniendo como base no decir ‘todo el mundo dice’, sino ‘cuántos dicen’. Hacia dónde quiero yo que el conjunto vaya, sabiendo que está pensando así y si son relevantes los temas que desde el liderazgo queremos imponer al conjunto de la sociedad. Imponer en el buen sentido, de guía”, dijo.

Durán Barba dio un ejemplo concreto de esto y contó lo que hicieron con Mauricio Macri.
“La primera gran pregunta al candidato es: ¿qué pretendes? Y responde: ganar. No es así, hay que ver. Hagamos un estudio a ver si podés ganar y si no podés, es posible tener otro fin. Caben montones de fines, por ejemplo, lo que hicimos en 2006 con Mauricio Macri. Estudiamos, teníamos un 65% de rechazo, lo cual era una brutalidad, y era imposible ganar o hacer algo importante. Esa campaña la hicimos para lavar imagen exclusivamente. No nos interesaba ni que fuera diputado, además el detestaba eso. El es ingeniero, el Congreso le aburre. Le dijimos: Bueno, no hay problema, vamos a perder y si te eligen igual no vas nunca. Era una campaña para lavar imagen y cumplió ese fin. Vimos cómo funcionaban los ataques, creamos los antídotos, remedios y vacunas, para responder en la siguiente campaña”, explicó.

Sin ideologías y el nuevo elector
Durán Barba habló sobre la opinión pública y dijo que es, simplemente, conversación. Hizo un repaso histórico de cómo fue cambiando el concepto, desde Inglaterra y los inicios de la Revolución Francesa, hasta llegar a los tiempos actuales, con las computadoras y los celulares. Ahora todos participan de las discusiones.

“Hace años recibíamos dos o tres cartas por mes, con estampillas que coleccionábamos. Actualmente recibimos cientos de mensajes en el teléfono. Hay una interconexión permanente, es un torbellino que terminó licuando la realidad. Ahora es claro que la realidad virtual es más importante que la no virtual. Se impuso una nueva realidad que es incontrolable. El que diga que puede manipular a los electores no ha estudiado o miente. Ya no son manipulables, hacen lo que les da la gana. Los hijos no votan por el candidato que quiere el padre, los feligreses no votan por el candidato que quieren los curas, ni los maestros podemos imponer a nuestros estudiantes nuestras preferencias políticas, porque ellos tienen conexión directa con dios, que es Google”, sostuvo.

Para Durán Barba esto llevó a una transformación de la sociedad y de los candidatos que no les importa la ideología.
“En la Guerra Fría, los de izquierda éramos de izquierda y detestábamos a las derechas, y no podíamos cruzar la frontera ideológica. Ahora, la experiencia con Santiago ha sido frecuente en distintos países: un candidato que nos dice ‘yo podría ser candidato por izquierda o derecha, ¿qué me conviene más? ¿cómo gano?’ Y le preguntamos cuáles son sus ideas. Nos responde: ninguna, yo solo quiero ganar, qué debo decir para ganar. No me gusta ese tipo de candidatos, yo creo en candidatos que creen en algo e impulsan un cambio, como es el caso de Mauricio. Pero la sociedad se hizo así, todo es fugaz, todo va de un lado a otro. Nada tiene límites, no tiene jerarquías esta sociedad”, afirmó.

Durán Barba dijo que la gente está más informada y es más sofisticada, que el elector espera que hagan cosas por él.
“La sociedad se volvió transparente, no hay posibilidad de ocultar nada y hay que hacer un nuevo tipo de política, que es transparente y parte de decir siempre la verdad, y de conocer honestamente al elector, ver qué piensa y poder dialogar con él. Generalmente, lo que nos interesa a los intelectuales y políticos, que somos un 15% o 20% de la población, al resto de la población no le interesa para nada. Los políticos hacen campañas entre ellos, insultándose y hablándose entre ellos. Hay una inmensa mayoría de latinoamericanos que dicen ‘bueno y a qué hora se dejan de insultar’. La gente quiere que la sirvan, ¿qué hacen para que este país funcione? Y todo esto es fruto de la revolución tecnológica y todo este lío”, sostuvo. 

180 - URUGUAY - 22 setiembre 2017