UPM opinionRío Uruguay, zona liberada para Botnia-Upm

Por Fundavida

La Comisión de Seguimiento de UPM-Botnia, desde que asumió el nuevo gobierno casi no se reunió. ¿Será que CARU, DINAMA y la Cancillería piensan que ahora está todo bien?

El libreto de los nuevos miembros de la Comisión Administradora ahora lo dicta UPM (BOTNIA), y es una apología mentirosa de la empresa, refrendado por DINAMA. El olor sulfuroso que a diario respiran los vecinos ni siquiera es mencionado; “no es nocivo”, mienten UPM y DINAMA, y ahora también CARU, como si el solo impacto en el olfato, no fuera perdida en la calidad de vida; mientras tanto, los representantes argentinos en el organismo asienten, y nuestra Asamblea, silencio de radio.

CARU decidió archivar las denuncias de los vecinos de una y otra orilla, dejando de investigar todos los eventos sucedidos desde el 2007 en adelante.  La nueva delegación argentina aceptó falsear la nueva(e ilegal) normativa de menor exigencia, logrando entonces UPM que la Comisión, publique un informe falseado, donde aplican la norma más permisiva, cuando el Digesto del Río Uruguay establece claramente que debe ser la norma más exigente. El efluente de la pastera pareciera haberse transformado en agua bendita.

Eso sí, con el Río Gualeguaychú máximo rigor.    Para CARU, delegados argentinos incluidos, es el responsable de la contaminación del Río Uruguay, cuando eso es ridículo porque su caudal es insignificante frente a los vertidos de la pastera; la mala intención es evidente.

De victimas a victimarios, más solos que nunca; pareciera que las organizaciones sociales que deberían denunciar este flagrante incumplimiento han cambiado de objetivo: con BOTNIA ahora está todo bien, el único problema son las cloacas de Gualeguaychú.

Fundavida siempre ha estado atenta a las publicaciones de CARU. Veíamos venir los cambios, y estos, desgraciadamente ocurrieron. Publicamos una extensa y completa investigación detallando la estafa técnica y moral a la que nos someten las nuevas autoridades de Cancillería. Pero nunca imaginamos tanto silencio de otras voces que ayer fueron insobornables y ahora callan.

En Gualeguaychú, conocemos mucho el tema, y no da para silencios. No podemos seguir tolerando que nos digan lo que quieran basándose en mentiras, las mentiras y los silencios, han llevado a un grado total de abandono de las alertas.

Quieren instalar una idea de derrota, cuando en realidad hemos vencido muchas batallas y seguimos peleando.  Que este problema lo maneja la Secretaría de Ambiente, cuando todos sabemos que es tema de Cancillería y que en todo caso tanto Bergman como su ayudante Fernández cambiaron el chip asambleario desde que los invitaron a pastar en los alfalfares del presupuesto.

Quieren convencernos que el bloqueo a la Ruta 136 fue un hecho delictivo, pero todos los políticos se sacaron una foto en la barrera.

A que un pedido de medidores de aire se convierta en tema político. A que estamos tan débiles que con miserables argumentos quieran derogar la Ley de la Madera.

A que hayamos perdido la enorme masa crítica que legitimaba el reclamo, cuando nuestra Asamblea Ciudadana Ambiental, practicaba la democracia participativa que nos forjó como pueblo y como personas. A que ahora algunos manipuladores pretendan que nos resignemos a su actual silencio cómplice.

Nos mienten que ahora hay dialogo abierto, pero lo que nos ofrecen es un inventario de decisiones tomadas, todas a favor de los agresores ambientales.

En Fundavida ponemos todo para mantener claridad en este tema, que por cierto no es el único que nos preocupa. Lo mantenemos vivo porque lo está; y porque sigue siendo el reflejo de toda esta nueva colonización de nuestros recursos naturales, que nos iguala en desgracia con todas las victimas ambientales de todas partes, que antes o después sufren las mentiras, los silencios y los abandonos.

Diario EL ARGENTINO - Gualeguaychu- ARGENTINA - 1 agosto 2017